La manifestación, que en un principio iba a ser pacífica, terminó con disturbios, ofensas y varios detenidos, extraoficialmente se maneja un total de 20 capturados por desorden público.
La misma policía reprimió y obstaculizó el trabajo de la prensa, medios de comunicación fueron agredidos verbal y físicamente, no les permitieron tomar fotos y los amenazaron con llevarlos a las patrullas para transportar detenidos.
“Estamos protestando porque la Policía de Migración está dejando pasar a demasiados extranjeros nicaragüenses hacia Costa Rica y realmente no se puede aguantar más porque esto es una invasión”, manifestó Luis Mauricio Vargas.
Añadió que los extranjeros han tomado el parque de La Merced, ubicado en el centro de la capital “como si fuera de ellos, la ley defiende demasiado a los nicaragüenses y por eso es esta protesta, no queremos más nicaragüenses”.
Los discursos de xenofobia aumentaron luego de que el Organismo de Investigación Judicial indicara que un nicaragüense sería el responsable de asesinar a una turista española en la localidad de Tortuguero (Caribe).
La nicaragüense Aura Laguna expresó que no se debe generalizar, porque también existen muchas personas de su país que llegan a trabajar y aportar a la economía de Costa Rica.
“Es cierto que muchos nicaragüenses han venido a hacer daño, pero a favor de los nicaragüenses hay muchos que estamos aquí honradamente ganándonos el sustento. Aquí en Costa Rica hay mucha corrupción, mucha droga y vandalismo, robos y asaltos, no solo de nicas también de ticos y si van a ofendernos, que no digan que todos somos malos”, dijo Laguna.
Costa Rica es un pequeño país de 4.9 millones de habitantes y cerca del 8 por ciento de su población es inmigrante, la mayoría nicaragüense.
Tras la crisis sociopolítica que vive Nicaragua, las autoridades costarricenses han reportado un incremento exponencial de solicitudes de refugio de ese país.
La Dirección de Migración y Extranjería ha revelado que recibía en promedio por mes entre 60 y 120 solicitudes de refugio. Sin embargo, solo en junio Costa Rica ha recibido al menos 5 mil 200 solicitudes de refugio.
Situación nicaragüense
Organismos humanitarios, incluyendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, han contado entre 317 y 448 muertos en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, asesinatos atribuidos en su mayoría las fuerzas combinadas gubernamentales, integradas por policías, parapolicías, paramilitares y antimotines.
Este sábado se cumplen 4 meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, que comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.
Tras 122 días de batalla, el Gobierno se afana en dibujar una “normalidad” inexistente a ojos de quienes, armados con banderas blanquiazules, defienden la paz, la libertad y la justicia para Nicaragua y piden insistentemente la renuncia del mandatario y su equipo al frente del Ejecutivo.
Se redujeron las muertes violentas, dando paso así a una confrontación diferente, en la que las fuerzas estatales ocupan las calles del país y reprimen cualquier movimiento que consideran sospechoso, especialmente en aquellas ciudades que fueron importantes durante los meses de contienda.
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