Hace unos días, cuando opositores efectuaron una manifestación masiva en Moscú, partidarios de Putin organizaron un mitin que podría haber sido incluso mayor, lo que evidencia que los rusos están seriamente divididos para escoger al nuevo mandatario en los comicios del 4 de marzo.
Esas protestas son consideradas por la población como una prueba crucial de la capacidad de los opositores para desafiar al hombre fuerte de Rusia, quien gobernó ese país del 2000 al 2008, y que ahora se disputa la Presidencia con otros cuatro candidatos.
Grupos de opositores aseguran que continuarán las protestas hasta que Putin se vaya, como lo hicieron los dictadores de Egipto, Hosni Mubarak, y de Libia, Muamar al Gadafi.
Advierten que si en las presidenciales se repite el fraude de las parlamentarias a favor de Putin, lanzarán una campaña de desobediencia civil.
Entre tanto, decenas de miles de personas apoyan al primer ministro, en una demostración de fuerza contra la oposición.
“Un deseo nos une: queremos estar seguros del mañana”, decía una declaración leída en una protesta en San Petersburgo, que como muchas otras fue organizada por sindicatos que tienen vínculos con el Gobierno.
Las manifestaciones favorables a Putin apuntan a mostrar que el primer ministro, que podría ser presidente hasta el 2024 si gana dos mandatos consecutivos, cuenta con el apoyo de una mayoría, pese a multitudinarias protestas de la oposición durante su gobierno.
Reclaman reformas
Ante los últimos acontecimientos, el Parlamento Europeo reclamó a Rusia reformas urgentes de su ley electoral frente a los obstáculos que vive la oposición.
El sitio de noticias web RIA Novosti entrevistó a varios periodistas extranjeros sobre qué esperan de los comicios.
“Las elecciones en sí no son nada interesantes, porque todos tenemos claro quién ganará; el presidente será Vladímir Putin. Lo único que añade a esta carrera algún matiz de una competición de verdad es la lucha entre Putin y Putin. Es decir, lo interesante es si gana o no en la primera vuelta”, opina Watslaw Radzivinovichm, del semanario polaco Wyborcza.
“Me parece que en Rusia el porcentaje de gente que cree en Putin es muy pequeño. Los que están muy en contra de su candidatura también representan un porcentaje igualmente bajo, tomando en cuenta que el 80 o el 90 por ciento del electorado se conforma con la situación actual”, sostiene Shon Walker, del periódico británico The Independent.
El periodista estonio Krister Paris considera que Putin tiene muy pocas posibilidades de ganar en la primera vuelta, de manera honesta. Putin puede obtener como máximo un 48 por ciento, pero no el 50 por ciento, según Paris.
La popularidad de Vladímir Putin como candidato a la Presidencia de Rusia por el partido oficialista Rusia Unida sigue creciendo. Un sondeo de intención de voto del Centro de Estudio de la Opinión Pública (Vtsiom) le otorga el 58.6 por ciento.
Según Vtsiom, el apoyo al candidato comunista Guennadi Ziugánov bajó del 10.3 por ciento al 9.2 por ciento. El líder liberal demócrata Vladímir Zhirinovski mantuvo el 8.2 por ciento.
Creció la popularidad del magnate Mijaíl Prójorov, candidato independiente, del 4.6 por ciento al 5.8 por ciento, y también la de Serguéi Mirónov, líder de Rusia Justa, del 3.3 por ciento al 5 por ciento.
Putin nace el 7 de octubre de 1952, en San Petersburgo, en la era de la extinta Unión Soviética. Fue el segundo presidente de Rusia desde la disolución de la URSS, y durante 15 años fue agente del Comité de Seguridad del Estado (exKGB).