Trump es recordado como un político que no reconoce sus derrotas electorales como en las primarias republicanas en Iowa del 2016 y las presidenciales del 2020. El magnate de 78 años se encuentran empatado en las encuestas con la demócrata Kamala Harris en la carrera por la Casa Blanca.
“No solo es un mal perdedor, es alguien que nunca admitirá que perdió”, comenta Nieman.
Tres de los seis analistas contactados por la AFP para conocer las implicaciones de una derrota de Trump esperan que no se repitiera lo ocurrido en 2021 en Washington. Algunos dijeron que la verdadera preocupación esta vez serían las tácticas de intimidación en los estados clave en Estados Unidos.
Lea más: La SIP alerta del potencial impacto de las elecciones de EE. UU. en la libertad de prensa
People For the American Way, un grupo de expertos liberal, advierte que los activistas que han promovido afirmaciones sobre fraude electoral están reclutando funcionarios electorales para operar en esos estados fluctuantes.
Otros grupos han advertido que podría haber manifestaciones violentas en esos sitios.
“Mi mayor temor es la violencia en Madison, Wisconsin, Lansing, Michigan o Harrisburg, Pensilvania, por parte de partidarios armados de Trump, diseñada para impedir que los electores emitan sus votos“, dijo Nieman.
El expresidente tiene 34 condenas por delitos graves por un escándalo que involucra pagos encubiertos por el silencio de una actriz de la industria de la pornografía que temía que estuviera a punto de arruinar su campaña de 2016 con una historia lasciva sobre un encuentro sexual. Además, ha sido acusado de difundir falsas acusaciones de irregularidades y fraude en las elecciones de 2020.
Disturbios
Los críticos de Trump temen que se repitan las escenas de violencia que provocaron las declaraciones del expresidente estadounidense. En enero del 2021 una turba alentada por el propio Trump causó muertos y heridos en el Capitolio.
Trump ha insinuado que hechos así pueden volver a ocurrir.
“Si pierdo, les diré una cosa, es posible porque hacen trampa. Esa es la única manera en que vamos a perder: porque hacen trampa“, dijo en octubre el candidato republicano durante un mitin de campaña en Michigan.
El candidato republicano, que intentó cooptar al Departamento de Justicia en su intento de anular las últimas elecciones, según un informe del Congreso sobre el ataque de 2021, ya no cuenta con el respaldo del poder del gobierno federal.
También ha puesto en duda la fiabilidad del voto por correspondencia y el escrutinio.
A Harris, además, la acusó de “espiar” su campaña y de estar detrás de sus múltiples procesamientos, así como de violar la constitución al reemplazar al presidente Joe Biden como candidata demócrata.
El exmandatario y sus aliados prepararon el escenario para los disturbios de 2021 a través de medios legales, presentando más de 60 demandas por la forma en que las autoridades estatales y locales habían cambiado las reglas de votación en el contexto de una pandemia.
Todas fueron rechazadas por los distintos jueces, que coincidieron en que esas demandas debían haberse presentado antes de que comenzara el recuento de votos.
Lea también: Nobel de Economía ve a Donald Trump como una amenaza para la democracia de EE. UU.
“Violencia esporádica”
Esta vez, Trump y algunos partidarios tuvieron en cuenta esa objeción y elevaron más de cien demandas antes de que comenzara la votación anticipada, cuestionando desde cómo los estadounidenses se registran y emiten sus sufragios hasta quién puede votar.
La mayoría de ellas no estarán resueltas antes del día de las elecciones, pero diversos analistas sostienen que el objetivo real de la campaña del republicano es sembrar la desconfianza sobre el proceso de recuento de votos.
Debido a que los republicanos bloquearon las reformas electorales para acelerar el conteo en Pensilvania, el escrutinio en ese estado podría prolongarse varios días, un tiempo de incertidumbre ideal para levantar sospechas sobre los comicios del 5 de noviembre.
“Las escaramuzas legales podrían prolongarse durante semanas y, dependiendo de su intensidad, podrían conducir a protestas o incluso a actos esporádicos de violencia en ciertas áreas”, dijo la analista política Adrienne Uthe, fundadora de la firma de relaciones públicas Kronus Communications, con sede en Utah.