Una grabación de las conversaciones con el control del tráfico aéreo apunta a intercambios rutinarios y ninguna otra comunicación cuando el Boeing 737-500 de Sriwijaya Air cayó 10 mil pies (tres mil metros) para sumergirse en el Mar de Java.
“Es una conversación normal y no hay nada sospechoso”, aseguró a la AFP Nurcahyo Utomo, investigador del Comité Nacional de Seguridad del Transporte. “No se habla de una emergencia o algo así”, agregó sobre la grabación.
Los datos preliminares sugieren que es “muy probable” que el avión estuviera intacto cuando se estrelló en el agua el sábado, indicó Utomo, quien aseguró que no saben todavía qué causó el accidente.
Sus comentarios llegan cuando buzos indonesios exploran el fondo marino frente a Yakarta en busca de las cajas negras, que contienen grabaciones de voz y datos de vuelo y que podrían ser cruciales para aclarar las causas.
Al menos dos mil 500 personas participan en esta operación que ya permitió localizar la señal de dos cajas negras. Los socorristas informaron el domingo por la noche que recuperaron restos humanos y partes del fuselaje a unos 23 metros de profundidad.
Las imágenes difundidas por la marina muestran un lecho marino sembrado de escombros, pero los equipos deben actuar rápido porque las corrientes en esta zona de las “mil islas” frente a Yakarta pueden arrastrarlos.
Primeros restos confirmados
El avión contaba con 62 indonesios a bordo entre pasajeros y tripulación, incluyendo 10 niños. A los mandos estaba Afwan, un expiloto de la fuerza aérea de 54 años y padre de tres hijos, según los medios de comunicación locales.
Los investigadores esperan ahora identificar a las víctimas a través de las huellas dactilares o el ADN de los restos recuperados por el operativo que moviliza decenas de barcos y helicópteros.
Rapin Akbar, que tenía cinco parientes a bordo entre ellos una hermana mayor, un sobrino y su esposa y su bebé de siete meses, dio una muestra de sangre en un hospital para las pruebas de ADN.
“[Mi sobrino] había planeado volver a Pontianak el domingo, pero cambió de opinión y decidió volar el sábado en su lugar”, dijo Akbar a la AFP. “Me llamó para decirme que el vuelo se había retrasado y me envió una foto de su bebé”, agregó.
El lunes por la noche, las autoridades identificaron a la azafata Okky Bisma, de 29 años, como la primera víctima confirmada después de comparar las huellas dactilares de una mano recuperada con las de una base de datos del gobierno.
Último accidente
La investigación sobre el accidente, el último de una serie de catástrofes aéreas en Indonesia, podría llevar meses.
Los expertos en aviación han señalado que los datos de vuelo indican que el avión se desvió bruscamente de su trayectoria antes de caer brutalmente en menos de un minuto y sumergirse en el mar de Java.
Creen que el mal tiempo (las lluvias torrenciales habían retrasado el despegue), errores de pilotaje o un problema técnico pudieron haber causado la tragedia, minutos después del despegue.
Stephen Wright, profesor de sistemas aeronáuticos en la universidad finlandesa de Tampere, estima que la velocidad relativamente baja del avión era una señal de alerta. “Algo dramático sucedió después del despegue”, dijo a la AFP.
La aerolínea de bajo coste Sriwijaya Air, que vuela a destinos en Indonesia y el sudeste asiático, no proporcionó información sobre lo que pudo haber sucedido en este avión de 26 años de antigüedad, anteriormente operado por Continental Airlines y United Airlines en Estados Unidos.
Es el primer accidente mortal que sufre Sriwijaya Air desde que se lanzó en 2003.
En octubre de 2018, 189 personas murieron cuando un Boeing 737 MAX se estrelló en el mar de Java, 12 minutos después del despegue.