El convoy ruso, conformado por tanques, camiones con soldados, carros de asalto, baterías de misiles y un hospital de campaña, presuntamente se dirige hacia Kiev con el fin de arrasar la ciudad y forzar la rendición del gobierno ucraniano.
A primera hora del lunes 28 de febrero, la compañía satelital Mazar Technologies captó el avance del convoy ruso y publicó una serie de imágenes en las que se observan más de 60 kilómetros repletos por vehículos militares rusos en las carreteras ubicadas al noreste de Kiev.
El increíble despliegue militar de Rusia cuenta con la ayuda de arsenal y vehículos de guerra enviados hace dos meses a Bielorrusia, los cuales fueron cedidos al dictador Alexander Lukashenko, aliado de Vladimir Putin, para la realización de “ejercicios militares”.
Putin ordenó que estos equipos de guerra se mantuvieran guardados en las bases militares bielorrusas ya que este país se encuentra a una distancia de dos horas en carro de Kiev, estrategia que utilizó para llegar en menor tiempo a su destino.
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El plan del presidente ruso deja claro que la invasión de Rusia a Ucrania no fue producto de una decisión impulsiva por parte del mandatario, ya que todos los detalles fueron planeados con varios meses de antelación.
Tras las primeras fotografías satelitales de las tropas rusas, el avance del convoy ruso ha continuado siendo documentado por imágenes satelitales y aunque los expertos en el tema aún consideran que es muy pronto para conocer su propósito exacto, existe la posibilidad de que sea utilizado como un movimiento de pinza para cortar el noreste de Ucrania y continuar con su estrategia inicial.
De acuerdo con esta estrategia, los líderes del Kremlin habían asumido que Ucrania sufriría una rápida derrota frente al ejército ruso y sus tropas podrían tomar de manera sencilla las principales ciudades del país.
No obstante, las fuerzas rusas se vieron frenadas ante la resistencia de los soldados ucranianos y de gran parte de su población, la cual se alzó en armas para detener el avance ruso.
Durante los últimos días, la resistencia ucraniana y la falta de suministros ha frenado el avance del convoy ruso, el cual se encuentra estancado a unos 20 kilómetros al norte de Kiev.
Según información del Departamento de Defensa de Estados Unidos, el gigantesco convoy presenta problemas relacionados a la falta de gasolina y alimento para los soldados.
“Tenemos algunos indicios, nada que podamos verificar independientemente al 100%, pero son algunos indicios, de que los ucranianos han intentado, de hecho, ralentizar ese convoy”, indicó el portavoz del Departamento de Defensa de EE. UU., John Kirby.