Perteneciente a los Sailors Locos Salvatruchas Westside, una filial local o ‘clica’ de la MS-13, Hernández, de 26 años, se había declarado culpable en mayo de 2022 de los cargos de asociación ilícita, en conexión con la muerte de dos personas y el intento de homicidio de una tercera, y de tráfico de drogas en la localidad de Brentwood, Long Island, este del estado de Nueva York.
“La larga condena impuesta protegerá a la población de más crímenes perpetrados por el acusado y, es mi esperanza, disuadir a los jóvenes de unirse a esta pandilla depravada”, declaró el fiscal del distrito este de Nueva York, Breon Peace, en un comunicado.
La policía considera que los Sailors, una sucursal de la MS-13 salvodoreña que opera en la zona Long Island, es una de las clicas más “poderosas, violentas y mejor establecidas en la costa este de Estados Unidos”.
El modo de operar de estas pandillas es conocido: cumpliendo órdenes que vienen de los jefes locales, citan amistosamente a sus víctimas de bandas rivales en alguna zona boscosa y luego en grupo las golpean y torturan hasta la muerte.
Asimismo, venden cocaína y marihuana para sacar fondos que entregan a los cabecillas para comprar armas o más droga o lo envían a los líderes en El Salvador, según la fiscalía.
La policía considera que Hernández llegó a traficar 10 kg de marihuana.
Hernández había sido condenado en 2018 a algo más de 4 años de cárcel por perpetrar asaltos a mano armada.
La justicia estadounidense tiene declarada la guerra las pandillas, a las que considera “organizaciones criminales transnacionales”, implantadas en El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele libra una encarnizada guerra contra estas.
Desde 2003, centenares de integrantes de la MS-13, entre ellos decenas de líderes, han sido condenados por la justicia neoyorquina por asociación criminal y la muerte de al menos 65 personas.