“El tribunal declara a Amadé Ouérémi culpable (..) y lo condena a cadena perpetua”, dictaminó el juez Charles Bini, del tribunal criminal de Abiyán, la capital económica del país.
Por su parte, la abogada del acusado, Roselyne Aka-Sérikpa, denunció que el juicio fue “parcial” e “injusto” al tener “muchas zonas grises”.
El presidente del Colectivo de Víctimas de Costa de Marfil, Issiaka Diaby, declaró que el proceso no está acabado debido a la ausencia de otros autores de estos crímenes y señaló particularmente a los coroneles Losséni Fofana (alias Loss) y Coulibaly (alias Cool).
El juicio contra Ouérémi comenzó el pasado 24 de marzo, acusado de participar activamente en los sucesos de Doukoué, en los que entre el 28 y 29 de marzo de 2011 murieron más de 800 personas, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La localidad de Duekoué fue duramente castigada por el conflicto postelectoral de Costa de Marfil, y sufrió distintos ataques entre diciembre de 2010 y mayo de 2011, en los que murieron cientos de personas.
Esta violencia tuvo lugar a raíz de la celebración de las elecciones del 28 de noviembre de 2010, en las que la Comisión Electoral atribuyó la victoria al actual presidente, Alassane Ouattara, frente al entonces presidente saliente, Laurent Gbagbo.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia declaró nulos los votos en siete regiones del norte y el centro del país favorables a Ouattara -donde, según su rival, se habían producido “flagrantes irregularidades”- y declaró vencedor a Gbagbo.
Esta situación desencadenó una violenta crisis entre los seguidores de ambos líderes en la que durante cinco meses murieron unas 3.000 personas, según cifras oficiales.
Detenido en abril de 2011, Gbagbo fue trasladado a la Corte Penal Internacional (CPI), acusado de crímenes contra la humanidad.
Pero en enero de 2019 los jueces lo absolvieron por falta de pruebas, junto a su exministro de Juventud Charles Blé Godué, una sentencia confirmada en marzo de este año tras el recurso de apelación presentado en junio de 2020 por la Fiscalía de la CPI, que advirtió ciertas “inconsistencias” en su absolución. EFE