La madre, sexagenaria, y sus dos hijas adultas se presentaron voluntariamente ante los investigadores y reconocieron haber lanzado cinco de estos farolillos, presumiblemente de origen chino, prohibidos en 2009 en el estado de Renania Westfalia del Norte, anunció la policía local.
Se encuentran “devastadas”, añade la institución policial. Uno de estos farolillos volantes, comprados por internet, cayó sobre el techo del recinto de monos del zoo local provocando el mortal incendio que acabó con la vida de unos 30 simios de distintas especies, como orangutanes, titíes y chimpancés.
Las mujeres que se autoinculparon afirmaron que no habían pensado “en las eventuales consecuencias” de su gesto. Ahora pasan a ser las supuestas responsables de un “incendio criminal por negligencia”, con una pena de prisión de hasta cinco años y una fuerte multa.
El zoológico de Krefeld cuenta con un millar de animales y recibe a unos 400 mil visitantes por año. Tras el siniestro, ha recibido donaciones y mensajes de solidaridad. Se prevé que el parque reabra el viernes.
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