Esta medida forma parte de un plan más ambicioso diseñado en octubre por el ejecutivo del primer ministro Rishi Sunak para combatir el tabaquismo.
“Una de las tendencias más preocupantes en este momento es el aumento del vapeo entre los jóvenes y, por lo tanto, debemos actuar antes de que esto se vuelva algo endémico”, afirmó Sunak en un comunicado de prensa.
“Aún no conocemos las consecuencias del vapeo para la salud, por lo que es normal que tomemos medidas contundentes para erradicar este fenómeno”, añadió el primer ministro durante su visita a una escuela en el noreste de Inglaterra.
Tras este anuncio, la ministra de Salud, Victoria Atkins, precisó a la BBC que la prohibición podría hacerse efectiva a principios del año que viene.
Además de esta prohibición de los cigarrillos electrónicos desechables, Reino Unido también reducirá el número de sabores autorizados para los cigarrillos electrónicos clásicos, hará menos atractivos sus envases y regulará la forma en que se presentan estos productos en los comercios para que sean menos visibles para los consumidores jóvenes.
Según cifras oficiales, entre los jóvenes de 11 a 17 años que vapean, la proporción de quienes consumen cigarrillos electrónicos desechables se ha multiplicado por nueve en dos años.
El gobierno “quiere ayudar a los niños a evitar ser atraídos hacia la adicción a la nicotina, a la que el vapeo suele ser una puerta de entrada”, dijo la ministra de Sanidad, Victoria Atkins, a la BBC.
Fumar es la principal causa de muerte evitable en Reino Unido, recordó el lunes el gobierno británico, siendo la razón de aproximadamente una de cada cuatro muertes por cáncer.
En octubre de 2023, el primer ministro anunció también que quería ampliar la prohibición de venta de cigarrillos para que Reino Unido se convierta progresivamente en un país libre de tabaco.
En la actualidad, la edad legal para comprar cigarrillos en el país está fijada en 18 años y en los planes del gobierno está la idea de ir aumentándola de forma progresiva.