Internacional

Revocan pena de muerte contra el único español condenado en EE. UU.

El Tribunal Supremo de Justicia del estado norteamericano de Florida revocó este jueves la pena de muerte que pesaba sobre el español Pablo Ibar, que lleva más de 20 años preso acusado de un triple asesinato, y ordenó un nuevo juicio.

La máxima instancia judicial del estado del sureste de Estados Unidos determinó que hubo “numerosas deficiencias y fallas”  por parte de la defensa en el juicio en el que Ibar fue condenado por los asesinatos ocurridos en 1994, en un caso que ha sido seguido de cerca en España y ha sido emblema de los detractores de la pena de muerte.

“Puesto de forma sencilla, no tenemos confianza en el resultado del juicio”, indicó la corte en su decisión publicada este jueves, en la que pidió “un nuevo juicio”.

Ibar, de 44 años, fue sentenciado a muerte en el 2000 por los asesinatos del dueño de un club nocturno y dos modelos que se encontraban con esa persona en su casa en Miramar, Florida, pero él siempre ha sostenido su inocencia.

De los casi 22 años que Ibar ha pasado en prisión, 15 han sido en el corredor de la muerte en espera de su ejecución.

La familia de Ibar afirmó siempre que no era culpable y que su sentencia se basó en pruebas dudosas, y su caso fue bandera de grupos que abogan por la abolición de la pena de muerte, como Amnistía Internacional, que asegura que es el único español en el mundo condenado a pena capital.

“Por fin se abre un camino a que Ibar pueda demostrar su inocencia”, reaccionó en un comunicado la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar.

años ha pasado preso el español Pablo Ibar, de ellos 15 en el corredor de la muerte.


Sobrino del fallecido boxeador vasco José Manuel Ibar, “Urtain”, su padre, Cándido Ibar Aspiazu, emigró a Estados Unidos, donde se ganó la vida como jugador de pelota vasca, actividad que también practicó su hijo Pablo en los frontones Jai-Alai de Florida.

En el primer juicio, celebrado en enero de 1998, el jurado del condado de Broward no pudo llegar a un veredicto unánime de culpabilidad, y el juez lo declaró nulo al no haber pruebas dactilares ni genéticas que vinculasen a los acusados con el triple crimen.

El juicio se repitió un año después. cuando se aportó una grabación en blanco y negro tomada por una cámara de seguridad de la casa de Sucharski, que captó el momento en que dos personas con el rostro cubierto entraban, disparaban a quemarropa contra las tres víctimas y registraban el lugar, al parecer en busca de dinero o joyas.

En la grabación una de ellas descubre el rostro, lo que permite ver, aunque de manera borrosa, su cara, que para el fiscal del caso, Chuck Morton, es, indudablemente, la de Pablo Ibar.

Tanto Peñalver como Ibar fueron declarados culpables, pese a que en el juicio el segundo aseguró que la noche del crimen estaba durmiendo con su novia, Tonya Quiñónez, en casa de los padres de ésta. La versión fue confirmada en el estrado, bajo juramento, por ella, además de por su madre y su hermana.

Tras la sentencia, el padre de Pablo, Cándido Ibar, su esposa y la madre de ésta viajaron a España en febrero de 2001 e iniciaron una campaña pública para recaudar fondos con los que hacer frente a los costes de la apelación ante el Tribunal Supremo de Florida.

Al tiempo que Pablo Ibar firmaba en la prisión de Starke la solicitud de nacionalidad española fue visitado el 28 de mayo de 2001 por una delegación de senadores españoles. En el Consejo de Ministros de 27 de diciembre de 2001, en aplicación del articulo 26 del Código Civil, se le concedió la nacionalidad española.

Durante la visita a España del gobernador de Florida Jeb Bush, en febrero de 2003, el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la Comisión Constitucional del Senado le solicitaron la anulación del juicio que condenó a Ibar.

El recurso de apelación fue presentado ante el Tribunal Supremo de Florida en diciembre de 2003 y en el mismo se pedía la celebración de un nuevo juicio.

El Tribunal Supremo de Florida anuló la condena a muerte de su amigo Seth Peñalver el 2 de febrero de 2006 y ordenó la celebración de un nuevo juicio contra éste, sin embargo el 9 de marzo de 2006 rechazó el recurso de Ibar y confirmó su condena. Pero la defensa apeló el dictamen.

En febrero de 2008, Cándido Ibar se reunió en España con representantes de los ministerios de Justicia y Exteriores, y obtuvo del Gobierno vasco 100.000 euros para sufragar gastos del nuevo proceso.

El caso dio un giro el 19 de marzo de 2009 al presentar la defensa la declaración de un testigo que, bajo condición de anonimato, aseguró que el preso William Ortiz, de 37 años, es el sujeto que aparece en las imágenes del vídeo.

El resultado de las pruebas de huellas dactilares, que se hizo público el 18 de septiembre de 2009, indicaba que las de William Ortiz no coincidían con las tomadas en el lugar del crimen.

A pesar del resultado negativo el abogado del ciudadano español, Benjamin Waxman, señaló que la comparativa de huellas dactilares “no significa mucho”  y agregó que continuaría con las pruebas de ADN del sospechoso.

Un juez de Florida rechazó el 13 de febrero de 2012 el recurso en el que solicitaba que anulara y ordenara repetir el juicio en el que Ibar fue condenado a la pena capital. La decisión fue adoptada después de que el juez hubiera aplazado el veredicto en tres ocasiones.

La defensa de Pablo Ibar pidió al Tribunal Supremo de Florida el 8 de abril de 2014 la anulación de la sentencia y la celebración de un nuevo juicio, ante el cúmulo de “pruebas exculpatorias”  aportadas.

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