“Hemos llegado a un acuerdo. Nosotros habíamos impuesto una serie de condiciones como la liberación de un secuestrado en particular”, dijo Santos a periodistas desde el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.
El mandatario se refería al exdiputado Odín Sánchez, secuestrado desde abril del 2016 cuando fue canjeado por su hermano que llevaba tres años de rehén.
Santos aseguró que los diálogos comenzarán “el mes entrante” en Quito, la capital de Ecuador.
Los secuestros habían estancado el avance de las negociaciones entre el gobierno y el ELN y eran la condición más estricta para que el equipo de Santos se sentara a la mesa de negociación.
Después de tres años de charlas exploratorias y dos anuncios -en marzo y octubre del 2016-, los diálogos oficiales fueron pospuestos porque la guerrilla exigía la excarcelación de algunos de sus integrantes a cambio de la liberación de secuestrados.
Los rumores de que las negociaciones formales estaban próximas se multiplicaron desde el inicio de las reuniones secretas entre representantes del Gobierno y los rebeldes la semana pasada en el norte de Ecuador.
Este mismo miércoles el ELN había anunciado en Twitter su disposición a instalar la mesa de negociaciones. El grupo rebelde “tiene toda la disposición para que en este mes de enero sea una realidad la instalación de la mesa pública”, afirmó en la red social.
Delegados del gobierno colombiano, encabezados por Juan Camilo Restrepo, y del ELN, liderados por el denominado comandante Pablo Beltrán, mantenían reuniones desde la semana pasada en el norte ecuatoriano para fijar las bases para las negociaciones de paz tal como ocurrió con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
En marzo del año pasado las partes habían anunciado desde Caracas la esperada fase pública de las negociaciones, pero las exigencias del gobierno con los secuestrados demoraron el arranque.
En octubre volvieron a programar el inicio de la nueva fase para el 27 de ese mes si los insurgentes comenzaban la liberación de dos de sus secuestrados, pero Santos decidió a última hora no enviar a sus representantes tras la negativa de la guerrilla.
Ecuador, Noruega, Cuba y Venezuela acompañan como países garantes las atropelladas negociaciones entre el gobierno de Santos y el ELN que cuenta, según datos oficiales, con unos mil 500 combatientes.
“Si no lo liberan no habrá negociaciones… pero ahora tenemos un acuerdo con fechas específicas”, concluyó el mandatario.
