“He tomado la decisión de prorrogar el cese al fuego bilateral hasta el 31 de diciembre. Que quede claro: esto no es un ultimátum ni fecha límite, pero espero que todo este proceso para tener un nuevo acuerdo se termine mucho antes”, dijo el mandatario en una alocución televisada.
El gobernante colombiano, que sostuvo nuevas reuniones con la oposición y representantes de la sociedad para buscar salidas a la crisis política que se generó en el país luego de que el acuerdo firmado con las FARC fuera rechazado en un plebiscito, había dicho después del resultado contrario en las urnas que el cese al fuego se mantendría hasta el 31 de octubre.
Las FARC, que criticaron la fecha límite de Santos, también han ratificado su disposición a seguir buscando soluciones negociadas en medio del cese bilateral de fuego.
“Uno de los estudiantes (en una de las reuniones) me recordó que, en este momento, en el Ejército y en la guerrilla, hay jóvenes pendientes de lo que pase, esperando no tener que volver a disparar. Por esa razón y a solicitud de estos jóvenes, he tomado la decisión”, explicó el mandatario.
“Vamos a lograrlo. Vamos a lograr terminar para siempre con la violencia, el retorno de los desplazados a sus hogares (…) No podemos perder esa oportunidad”, añadió Santos.
El presidente colombiano, galardonado con el premio Nobel de la Paz unos días después de que poco más de la mitad de los votantes rechazaran en las urnas el acuerdo para poner fin a más de 52 años de conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), ha tenido en estos días un maratón de reuniones para no dejar morir el pacto de paz.
Además de con el expresidente y actual senador, Álvaro Uribe, férreo opositor a los acuerdos y principal defensor del “No” en el plebiscito, Santos ha tenido encuentros con otros exmandatarios, como Andrés Pastrana y Ernesto Samper, con líderes religiosos y víctimas del conflicto armado.
Asimismo, este jueves recibió en palacio al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien pidió a los dirigentes políticos de Colombia que se comprometan a alcanzar una “solución pronta y urgente” para implementar a la brevedad un acuerdo de paz con las FARC.