Asimismo, se mostró convencido de que no se repetirá la escalada de ataques contra oleoductos que se produjo hace algo más de un mes y que causó graves daños al medio ambiente y a las comunidades rurales, especialmente en el suroeste y el noreste del país.
Preguntado por el entrevistador acerca de si tiene un cronograma para el proceso, Santos afirmó que “entre más pronto lleguemos a la paz después de 50 años de guerra” será mejor para el país.
Sin embargo, afirmó que “arreglar un conflicto de 50 años no lo puedes hacer en unos meses.”
En este sentido, destacó que ambas partes llevan casi tres años negociando y han “avanzado más que en cualquier otra tentativa” de paz con las Farc, con quienes cree que podrán llegar a un acuerdo “en el futuro muy cercano.”
“¿Qué tan cerca? no puedo comprometerme pero lo que te puedo decir es que tiene que ser pronto porque mi paciencia tiene un límite, la paciencia de la gente en Colombia también tiene un límite“, destacó.
Para conseguirlo, señaló el “gran movimiento” que ha supuesto negociar simultáneamente dos puntos de la agenda, los referidos a víctimas y fin del conflicto.
Al hacerlo fue necesario “cambiar nuestros procedimientos de trabajo.”
El mandatario insistió en la necesidad de tener grandes avances en cuatro meses o sino “estaríamos en problemas.”
El 12 de julio recién pasado las partes acordaron medidas para reducir la intensidad del conflicto armado y acelerar las negociaciones y Santos dijo que en un plazo de cuatro meses se analizarán los avances y decidirá si continúa o no con los diálogos de paz.
Además, reiteró que en los diálogos no está negociando el sistema legal, las instituciones democráticas o las políticas de impuestos, sino que se están ciñendo a la agenda, que tiene cinco puntos específicos referidos a tierras, participación política, cultivos ilícitos, víctimas y fin del conflicto.
Durante su intervención, Santos también afirmó que espera que haya gestos “para recuperar la confianza de la gente” en el proceso de paz que, según afirmó, quedó dañada en los últimos meses.
Esa pérdida se debió en buena medida a que los colombianos creen que “las FARC nunca van a entregar las armas y nunca van a entregar cualquier clase de justicia“, según el presidente.
Santos subrayó que eso tiene que suceder y se mostró confiado en que lo harán.
“Ese es el aspecto crucial que estamos negociando“, concluyó.