“Los soldados comen de la basura y sus familias pasan hambre en Venezuela, mientras Maduro y sus amigos viven como reyes y bloquean la ayuda humanitaria”, prosiguió Rubio, un republicano de origen cubano que ha jugado un papel clave en las políticas de Washington hacia Venezuela y Cuba.
Luego publicó una serie de frases atribuidas a Simón Bolívar, como: “Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”.
Estos comentarios ocurren tres días después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, terminara una gira latinoamericana centrada en buscar una solución regional a la crisis de Venezuela, que podría incluir sanciones petroleras.
Antes de emprender la gira, Tillerson había esbozado ya la idea de que el ejército venezolano podría derrocar al presidente, en comentarios que fueron “condenados categóricamente” por el gobierno venezolano.
“En la historia de Venezuela y otros países sudamericanos, ocurre a menudo que los militares son el agente de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”, dijo Tillerson en Texas.
Rubio se reunió el miércoles con el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien ha sido un fiero crítico del gobierno de Maduro, para discutir la crisis en Venezuela.
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Aunque apoyado por Rusia y China, el gobierno de Maduro encara el aislamiento internacional y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, que lo acusan de autoritarismo.
Rechazan golpe
Tratan de que surja en Venezuela un (Augusto) Pinochet, un (Alfredo) Stroessner o un dictador del Plan Cóndor, pero estos son otros tiempos”, dijo el canciller Jorge Arreaza, refiriéndose a la operación articulada por regímenes militares en Sudamérica contra la izquierda entre las décadas de 1970 y 1980.
Arreaza, de gira por el Caribe, dijo a la cadena Telesur que la Fuerza Armada venezolana está “comprometida con la Constitución” y “si algo va a hacer (…) es desplegarse para garantizar que se lleven adelante las elecciones presidenciales”, que tradicionalmente se realizan en diciembre y fueron adelantadas por la oficialista Asamblea Constituyente que rige en el país.
Maduro, en el poder desde 2013, aspirará a reelegirse por seis años más. Su mandato termina en enero de 2019.