Cuando fue emitido el boletín el sistema se localizaba unas 170 millas (270 km) al este-sureste de la desembocadura del Misisipi y se movía a casi ocho millas por hora (13 km/h) en dirección oeste-suroeste con vientos máximos sostenidos de 30 millas por hora (45 km/h).
Estar atentos
Los meteorólogos aconsejan estar atentos al curso del sistema a todos aquellos situados en un arco costero que va desde la costa de Texas hasta el “Panhandle” de Florida (noroeste del Estado) y advierten de la posibilidad de crecidas del mar, inundaciones y lluvias en distintos puntos de esa zona.
De acuerdo con el NHC, el jueves 11 de julio por la tarde girará hacia el oeste, el viernes 12 virará hacia el oeste-noroeste y a primeras horas del sábado 13 hacia el noroeste.
Para el fin de semana
Durante el fin de semana se aproximará a la parte central de la costa estadounidense del Golfo fortalecido. El patrón de trayectoria muestra el cono del huracán que abarca gran parte de la costa de Luisiana y la linde con Texas.
Las probabilidades de formación de una tormenta tropical o huracán en las próximas 48 horas son elevadas, de casi un 100 por ciento y lo mismo indican los pronósticos a cinco días.
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica comenzó oficialmente el 1 de junio, pero antes, el 20 de mayo, se formó al sursureste de Bermuda una tormenta subtropical, “Andrea”, que se debilitó enseguida y no causó daños.
También en la temporada de 2018 se formó otra tormenta, “Alberto”, unos días antes del comienzo oficial de la temporada.
Alberto fue una tormenta subtropical, lo que significa que es un híbrido entre las tormentas de núcleo frío (invierno) y las de núcleo caliente (verano).
Según el pronóstico actualizado de la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU. difundido este martes 9 de julio, la actividad de la actual temporada de huracanes en el Atlántico será “casi promedio”, con 14 tormentas con nombre.
Eso significa dos más que el promedio anual y una más que las señaladas en el pronóstico dado a conocer en abril de este año, cuando previeron una actividad “ligeramente por debajo del promedio”.
Catorce tormentas
De las 14 tormentas, seis se convertirán huracanes (en abril se previeron cinco), dos de los cuales serán de categoría mayor, es decir por encima de la categoría 3 en la escala de Saffir/Simpson de un máximo de cinco.
El informe señala que “la superficie del Océano Atlántico tropical no luce particularmente favorable para una temporada activa” y es que probablemente el fenómeno de El Niño, actualmente débil, se fortalecerá durante el pico de la temporada, entre agosto y septiembre, lo que contribuirá a “una temporada casi promedio”.