Unos 50 minutos antes se había producido otro sismo de 5.1 grados (rebajado desde los 5.3 grados estimados originalmente por la KMA) con epicentro unos 9 kilómetros al sur de donde golpeó el segundo.
El más potente de los dos sismos se notó en buena parte de ese país, aunque el Ministerio de Seguridad Pública surcoreano no ha informado de daños de consideración.
En ciudades como Busan, la segunda mayor de ese país y situada a unos 70 kilómetros al sur del epicentro de los temblores, residentes de las torres residenciales de mayor altura (algunas de hasta 80 pisos) han optado por abandonar sus viviendas ante las fuertes sacudidas que han sufrido los edificios.
Por su parte, Korea Hydro & Nuclear Power, la empresa que opera las plantas nucleares de ese país, informó que los reactores de las centrales de Wolsong, Hanul y Gori -todas ellas situadas en la región sureste- se encuentran en perfecto estado y que los que se encontraban operativos siguen generando electricidad sin problema.
Las autoridades surcoreanas tampoco han informado de daños reseñables en otras infraestructuras o el transporte, más allá de un par de trenes del servicio de alta velocidad KTX que se han visto obligados a suspender temporalmente las operaciones.