Los centros de votación permanecerán abiertos hasta las 22H00 GMT o hasta que no haya electores, aunque a lo largo del día muchos de estos puntos estaban vacíos o con pocas personas en fila.
“Llegó el día, llegó la hora, tuvimos paciencia, la sabiduría para esperar esta hora, este día y sacarnos de encima a esta Asamblea Nacional nefasta (…) que trajo la plaga de las sanciones, de la crueldad, del dolor, del sufrimiento”, dijo Maduro a periodistas tras votar.
Estados Unidos es el principal aliado de Guaidó y lidera la presión contra Maduro con sanciones económicas, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019.
“Le hago un llamado a toda la oposición, que abandone la ruta extremista (…) que le pidamos en una sola voz el levantamiento de todas las sanciones al nuevo gobierno de Estados Unidos de Joe Biden, en una sola voz… que restituyamos todos los mecanismos de diálogo nacional”, expresó Maduro.
Estados Unidos ya anunció que no reconocerá el resultado de las votaciones, lo mismo la Organización de los Estados Americanos (OEA).
“Fraude”
La autoridad electoral ha dicho que la totalidad de los centros de votación están abiertos, aunque muchos estaban vacíos o con poca afluencia de electores.
El uso del tapabocas es obligatorio. Marcas en el piso mantienen el distanciamiento físico por la pandemia.
En la barriada 23 de Enero de Caracas, un bastión del chavismo, los centros estuvieron un poco más concurridos.
En varias ciudades del país, no obstante, había más personas esperando para abastecer combustible que para votar, un reflejo de la crisis económica del país, que según expertos, también contribuye a la alta abstención.
“Esto es una humillación, siento indignación”, dijo a la AFP José Alberto, como pidió llamarse un sonidista que esperaba poner gasolina luego de varias horas de espera. “No voy a votar”, sostuvo acompañado de su hijo adolescente.
Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, llamó a sus seguidores a no votar.
Los grandes partidos de oposición ya se abstuvieron en las elecciones presidenciales de 2018, que consideraron fraudulentas y fue la justificación para que Guaidó se proclamara presidente encargado con el apoyo de Estados Unidos.
Con todo, una pequeña fracción disidente de la oposición buscará ganar alguno de los 277 escaños.
Félix González, testigo de mesa en Caracas, dijo que la “abstención no favorece a la democracia”. “Aquellos que llaman a la abstención llamándose demócratas no lo son”, expresó el joven de 23 años.
“Rebeldía”
El chavismo perdió el control del Parlamento en 2015 tras 15 años de hegemonía. Sin embargo, Maduro anuló su poder a través de la Corte Suprema de línea oficialista y con la todopoderosa Asamblea Constituyente, que dejará de funcionar en diciembre.
Guaidó llama ahora en paralelo a un plebiscito (7-12 de noviembre) para prolongar el período parlamentario hasta que puedan celebrarse elecciones “libres, verificables y transparentes”.
Pero esa consulta no será más que testimonial, toda vez que Maduro ejerce el control territorial e institucional con el respaldo de la cúpula militar, considerada su principal sostén.
Guaidó cuenta con apoyo internacional para rechazar el proceso.
Además de Estados Unidos, la Unión Europea, que intentó sin éxito que el proceso fuera pospuesto, desestimó que las parlamentarias sean “justas, transparentes y creíbles”, por lo que su reconocimiento al proceso es poco probable, comentaron fuentes europeas a la AFP.
“Deseo que la Unión Europea haga una reflexión después de estas elecciones”, indicó el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que lideró procesos de diálogo en Venezuela y actúa hoy como observador del proceso.
“¿No reconocer es desentenderse? Hay que comprometerse con Venezuela”.
Los expresidentes Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo de Paraguay, junto a la exsenadora colombiana Piedad Córdoba están también entre los invitados internacionales.
“Estas elecciones van a fortalecer la democracia en América Latina”, señaló Morales. “No dudo que en poco tiempo van a volver los tiempos de Chávez, de Lula, de Kirchner, de Fidel”.