Internacional

Temperatura empieza a bajar en Pakistán tras la ola de calor

La temperatura en el sur de Pakistán empezó a bajar este miércoles después de la ola de calor que dejó más de 700 muertos en los últimos días, principalmente en Karachi.

En esta ciudad de 20 millones de habitantes, la más grande de Pakistán, donde se registraron la mayoría de fallecimientos, la temperatura bajó en las últimos horas de 45 a 38 grados centígrados gracias al viento.

El secretario de Salud del Gobierno regional de Sindh, Saeed Mangnejo, declaró a Efe que en Karachi, la ciudad más populosa del país, han muerto desde el viernes recién pasado 781 personas y “más de 20” perecieron en otras zonas de la provincia.

“El Gobierno provincial ha declarado el estado de emergencia en todos los hospitales de la ciudad (…) Los colegios, universidades y oficinas permanecerán cerrados” , explicó Mangnejo.

Según explicaron a Efe varias fuentes hospitalarias, un alto número de las muertes se produjeron por golpes de calor y deshidratación.

Esta ola de calor en Pakistán coincidió con el comienzo el pasado viernes del ramadán, la festividad más sagrada para los musulmanes y que establece la no ingesta de alimentos y bebidas entre el alba y el ocaso durante un mes.

Se esperan lloviznas al final del día en Karachi, lo que hará que desciendan las temperaturas que ayer alcanzaron máximas de 41 grados y que hoy rondan los 38, dijo a Efe un portavoz del departamento de meteorología de Pakistán, Muhammad Farooq.

Las olas de calor son frecuentes en el subcontinente indio en los meses de mayo y junio, que preceden a la llegada de las lluvias del monzón.

El gobierno sigue en estado estando en de lerta y el ejército movilizó a sus unidades paramilitares (Rangers) para auxiliar a las víctimas.

Las calles de Karachi estaban vacías este miércoles, declarado día festivo por las autoridades de la provincia de Sind para incitar a la gente a quedarse en casa y no exponerse al Sol.

Algunos habitantes decidieron interrumpir el ayuno que marca el Ramadán para poder resistir el calor.

“Desde ayer empecé a sentir náuseas y casi me desmayo. Por eso aplacé el ayuno, esperando que Alá me perdone”, dijo a la AFP Danish Ali, un funcionario de 26 años.

Tahir Ashrafi, uno de los líderes religiosos de ese país, pidió el martes recién pasado a las personas de mayor edad y los más débiles que aplacen el ayuno, tal y como lo permite el Corán.

Los efectos de la ola de calor se vieron incrementados por los cortes de electricidad que afectaron al sistema de distribución y dejaron sin agua a millones de habitantes de Karachi.

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