Desde que se conoció el primer caso de SARS-CoV-2 hasta la mayo de 2021, más de tres millones de personas en todo el mundo han muerto y la cifra continúa en aumento.
Aunque varios investigadores han atribuido su origen a un contagio natural, proveniente de los murciélagos, el reconocido periodista científico Nicholas Wade realizó una exhaustiva investigación para determinar que la teoría de una fuga del laboratorio sería el origen más probable del virus.
El origen del coronavirus ha sido un misterio. Sin embargo, Wade publicó su investigación en el Bulletin of Atomic Scientists, una prestigiosa revista que trata temas relacionados con seguridad mundial y políticas públicas donde aseguró que el virus del SARS-CoV-2 proviene efectivamente del Instituto de Virología de Wuhan.
El argumento de Wade
Para sustentar su tesis, el periodista científico se apoyó en diversas afirmaciones a las que identificó de “inverosimilitudes”. De acuerdo con Wade, el virus es un patógeno que desde el primer momento fue adecuado para infectar humanos y no muestra una evolución natural de un virus que pasa de un murciélago a una persona.
“Nadie ha encontrado la población de murciélagos que fue la fuente del SARS2, si es que alguna vez infectó a los murciélagos. No se ha presentado ningún huésped intermedio, a pesar de una búsqueda intensiva por parte de las autoridades chinas que incluyó la prueba de 80 mil animales. No hay evidencia de que el virus realice múltiples saltos independientes desde su huésped intermedio a las personas, como lo hicieron los virus SARS1 y MERS”, agregó Wade en su reporte.
“No hay evidencia de los registros de vigilancia hospitalaria de que la epidemia esté cobrando fuerza en la población a medida que evolucionó el virus. No hay explicación de por qué debería estallar una epidemia natural en Wuhan y en ningún otro lugar. No hay una buena explicación de cómo el virus adquirió su sitio de escisión de furina, que no posee ningún otro coronavirus beta relacionado con el SARS, ni por qué el sitio está compuesto por codones preferidos por los humanos. La teoría de la emergencia natural lucha contra una serie erizada de inverosimilitudes”, agregó el periodista científico.
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Por otra parte, Wade aseguró que no hay una explicación clara de cómo el virus pudo adquirir una escisión de furina, una pequeña región de la proteína de espícula compuesta por unas entidades como codones de arginina que son comunes en los humanos, pero no en los animales.
Por estas razones, el periodista científico aseguró que la teoría de que la enfermedad es de origen animal se aleja cada vez más de ser una posibilidad.
“Hay dos niveles obvios de responsabilidad: el primero, permitir que los virólogos realicen experimentos de ganancia de función, ofreciendo una ganancia mínima y un gran riesgo; el segundo, si es que el SARS2 se generó en un laboratorio, para permitir que el virus escapara y desencadenara una pandemia mundial. Aquí están los jugadores que parecen más merecedores de culpa”, añadió Wade en su investigación.
Los experimentos del Instituto de Virología de Wuhan
En el estudio Wade afirmó que los investigadores de Instituto de Virología de Wuhan estaban haciendo experimentos llamados de ganancia de función diseñados para infectar células humanas y de ratones humanizados con cepas de coronavirus.
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Según el periodista científico, a partir de esos experimentos pudo haber surgido el SARS-CoV-2 y a esto se le suma que los investigadores no estarían vacunados contra los virus que estaban estudiando y trabajaban con las condiciones mínimas de seguridad en un laboratorio.
En este sentido, el periodista agregó que la fuga del virus no sería una sorpresa y que, teniendo en cuenta de que en China la pandemia estalló prácticamente en la puerta del Instituto de Wuhan.