En Houston, donde la lluvia dejó casi un pie —unos 30 centímetros— de agua y sumergió las carreteras, con lo que cientos de conductores quedaron atrapados en sus vehículos, había dos personas desaparecidas tras naufragar el martes en un bote que ayudaba en las tareas de rescate, dijo la alcaldesa, Annise Parker.
Al menos 17 personas murieron por las tormentas en Texas y Oklahoma durante el fin de semana del Memorial Day.
Las autoridades defendieron sus advertencias a los vecinos antes de que comenzaran las tormentas, que incluyeron alertas por teléfono y en persona, pero admitieron que llegar a los turistas había sido un desafío y que un sistema de mensajes en Houston aún necesita mejoras.
“Nadie decía salgan, salgan, salgan”, dijo Brenda Morton, de Wimberley. “Estamos bastante entrenados, así que íbamos calculando. Conocíamos el umbral de inundaciones. La gente que estaba de visita o tenía viviendas de verano, las visitas de fuera de la ciudad, no lo saben. No saben cuál es ese instante”, señaló.
Morton vive tres casas más allá de una vivienda vacacional que según las autoridades fue arrancada de sus cimientos por un muro de agua el domingo recién pasado por la mañana con ocho personas en el interior, entre las que había tres niños de 6 y 4 años. La casa se estrelló contra un puente río abajo.
Las autoridades en el condado de Hays indicaron que entre los sistemas de aviso se habían utilizado alertas de celulares y llamadas a líneas fijas. Algunos recibieron advertencias de evacuar en persona, pero las autoridades no pudieron confirmar si los que estaban en la vivienda siniestrada habían hablado con la Policía.
“Las fuerzas de seguridad hicieron avisos en esa calle. Si hicieron contacto con alguien en esa residencia, no puedo decirlo”, señaló el coordinador de gestión de emergencias del condado de Hays, Kharley Smith.
Wimberley, un popular destino turístico cerca de Austin y rodeado de viñedos, se llena de gente en fines de semana con feriados. Algunos desaparecidos tenían viviendas en la zona, pero las autoridades han admitido que sus alertas electrónicas podrían no haber llegado a los turistas.
“Definitivamente, definitivamente eso formará parte de nuestra conversación”, dijo el comisario del condado de Hays, Will Conley.
En Houston, las alertas del Servicio Meteorológico Nacional llegaron a los celulares, pero las autoridades municipales señalaron que aún no han instalado un sistema que les permita emitir alertas más específicas.
Las inundaciones afectaron a casi toda la ciudad y paralizaron algunas áreas. Los bomberos hicieron más de 500 rescates de agua, la mayoría de conductores varados. Al menos 2 mil 500 vehículos fueron abandonados por conductores que huyeron a terreno más alto, según las autoridades.
“Un número que no conocemos, y que nunca conoceremos, es la cantidad de vidas que se salvaron por la respuesta efectiva de los servicios de emergencia”, dijo en Houston el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Abbott señaló que 46 condados de Texas han declarado situación de desastre. El presidente, Barack Obama, expresó sus condolencias al gobernador y espera solicitudes significativas de ayuda federal.
En México, las autoridades continuaban con la búsqueda de víctimas y evaluaban los daños luego de que un tornado azotara la urbe fronteriza de Ciudad Acuña, con un saldo de 13 muertos.
Las lluvias amenazan con quedarse en el área. El Servicio Nacional de Meteorología pronosticó entre 20% y 40% de probabilidades de tormentas el resto de la semana en Houston.