En ese contexto, el periodista a cargo de la entrevista le preguntó al funcionario: “¿Están todos muertos?”. Y el ministro respondió: “Exactamente”.
Aguad es el primer funcionario del Gobierno del presidente, Mauricio Macri, en hablar de personas fallecidas en la tragedia del submarino, que en su última comunicación con la base, el 15 de noviembre, reportó que el ingreso de agua en la nave mientras estaba sumergida había ocasionado un cortocircuito y un principio de incendio que, según la Armada argentina, fue subsanado.
Agencias internacionales detectaron un ruido compatible con una explosión tres horas después de su última comunicación y en la ruta que el submarino recorría por el Atlántico Sur, frente a las costas patagónicas argentinas.
El ARA “San Juan” había partido la semana anterior de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, rumbo a su apostadero en la Base Naval Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El Gobierno argentino decidió el jueves pasado poner fin a los operativos internacionales de búsqueda y rescate de sobrevivientes y solo dedicar sus esfuerzos a localizar el submarino, algo que todavía no se consiguió.
La determinación provocó el enojo de los familiares de los tripulantes, que reclamaron a Macri la reanudación de la búsqueda de los marinos.
El ministro de Defensa argentino, en tanto, mencionó que existen “sospechas” de que “hubo corrupción” en las tareas de remodelación a las que fue sometido el sumergible entre 2007 y 2014.
“Hubo una denuncia con anomalías. Hay informes que dan cuenta de (que) los materiales (utilizados) no son de calidad y sospechas de sobreprecios” en el pago de los trabajos, destacó.