“Voy a firmar hoy la orden ejecutiva que prohíbe la inmigración en nuestro país”, escribió en un tuit.
La inmigración es el punto clave de la base conservadora de Trump, a la que el mandatario trata de movilizar de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
La medida está prevista que dure 60 días y no afectará a las visas de trabajo temporal, sino a las “green card”, documento que da al beneficiario la residencia permanente.
“Esto va a ayudar a los estadounidenses desempleados a que estén en primera línea cuando se reabra Estados Unidos”, dijo Trump el martes. “Sería injusto que los estadounidenses sean reemplazados por una mano de obra venida del extranjero”, añadió.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia de coronavirus, con alrededor de 45 mil muertos y más de 825 mil contagiados.
Cerca de 22 millones de personas en Estados Unidos han perdido su trabajo desde mitades de marzo.
Según los datos oficiales, Estados Unidos otorgó el estatus de residente permanente a cerca de 577.000 personas en el año fiscal 2019.
El número de visas de inmigración otorgadas en el año fiscal 2019 fue de 462.000, en retroceso respecto a las 617.000 de 2016.
Es de prever que la medida, criticada por la oposición, tenga como respuesta un aluvión de demandas para revertirla.
El legislador demócrata Joaquin Castro afirmó que la orden del presidente es “un intento por desviar la atención del fracaso de Trump para detener la propagación del coronavirus y salvar vidas”.