“Además de ganar el Colegio Electoral como en un aluvión, hubiera ganado por voto popular si se deducen los millones de personas que votaron ilegalmente”, dijo en Twitter, sin aportar evidencias al respecto.
La petición para el recuento de votos en Wisconsin fue presentada por la excandidata presidencial verde Jill Stein. También podrían tener lugar recuentos de votos en Michigan y Pennsylvania.
El Partido Verde basa su solitud en la suposición de que los resultados de estos estados pendulares podrían haber sido manipulados o hackeados.
El equipo de campaña de Hillary Clinton ha examinado estas denuncias pero no ha encontrado “evidencia concreta de hackeo o intentos externos por alterar el sistema electrónico de votación”, indicó recientemente el asesor legal de campaña de Clinton, Mark Erik Elías.
En una primera reacción, Trump acusó al Partido Verde de estar cometiendo un engaño para conseguir donaciones para la agrupación.
“Este recuento es sólo una estrategia de Jill Stein, para llenar sus cofres de dinero, gran parte del cual ni siquiera va a usar en este ridículo recuento”, dijo.
En Wisconsin, Clinton obtuvo un 7 por ciento menos de votos en los distritos en los que se podía hacer la votación por internet que en los distritos donde se votaba de forma tradicional. Ese porcentaje equivaldría a 30 mil votos, mientras que la candidata demócrata perdió el estado por 27 mil sufragios.
Esta no es la primera vez que la campaña del Partido Verde exige un recuento. En las elecciones de 2004, pidió un recuento de votos en Ohio. Como consecuencia de ello, un administrador de las elecciones fue encarcelado, según explica el Partido Verde en su web.