“Voy a establecer nuevas medidas de escrutinio para mantener a los terroristas islamista radicales fuera de Estados Unidos. No los queremos aquí”, señaló Trump.
“Solo queremos admitir en nuestro país a aquellos que apoyan el país y aman profundamente a nuestro pueblo. Nunca vamos a olvidar las lecciones del 11S (los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra EE. UU.)”, añadió.
En un primer momento, el equipo de Trump no reveló el contenido detallado de la acción ejecutiva, aunque medios estadounidenses había adelantado que incluye la suspensión de la entrada de todos los refugiados al país durante 120 días y la de refugiados sirios indefinidamente.
Además, suspende la emisión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia hasta que se establezcan medidas de “escrutinio extremo” para que no entren terroristas de estas naciones, todas de mayoría musulmana.
Según las informaciones adelantadas, la Administración de Trump se reserva una excepción para “minorías religiosas”, con el objetivo de acoger a cristianos perseguidos en países de mayoría musulmana afectados por el terrorismo y la guerra civil.