Los primeros elementos del sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) ya llegaron al campo de golf donde se instalará, a 250 km al sur de Seúl, lo que provocó las protestas de Pekín en un contexto de fuertes tensiones en la península.
Los responsables estadounidenses aseguraron que el escudo estaría operativo en “los próximos días”.
“Informé a Corea del Sur de que sería apropiado que pague. Es un sistema de US$1 mil millones”, declaró Trump a la agencia Reuters. “Es fenomenal, destruye misiles directamente en el cielo” , añadió.
Pero Seúl respondió que según los terminos de los acuerdos sobre la presencia militar estadounidense en el país, Corea del Sur prové el terreno para el sistema THAAD y las infraestructuras, mientras que Washington paga por su despliegue y su funcionamiento.
“No hay cambios a esta posición”, dijo el Ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.
Washington y Seúl están unidos por un tratado de seguridad desde la guerra de Corea (1950-1953) y más de 28 mil militares estadounidenses están desplegados en el sur de la península.
La tensión en la península se agravó considerablemente los últimos tiempos luego de una serie de disparos de misiles por Pionyang y las advertencias de Washington según las cuales la opción militar está sobre la mesa.
Moderar a Pionyang
Trump declaró que existe la posibilidad de “un gran, gran conflicto” con Corea del Norte, por lo que Corea del Sur, cuya capital está al alcance de la artillería norcoreana, corre un riesgo de pérdidas de vidas gigantesco.
Estados Unidos afirmó no obstante que era necesario reforzar las sanciones contra Pionyang, dejando entrever la posibilidad de que se reanude el diálogo. El jefe del Comando del Pacífico, el almirante Harry Harris, dijo que había que “llevar a la razón, y no poner de rodillas” al régimen norcoreano.
La Casa Blanca desea igualmente que China haga más para moderar la aspiración nuclear militar de su vecino. Trump estimó que el presidente chino Xi Jinping hacía “muchos esfuerzos” en ese sentido.
Pero Pekín está furioso por el despliegue del THAAD, que amenaza el equilibrio regional y sus propias capacidades balísticas.
El sistema debe interceptar y destruir misiles norcoreanos de corto y mediano alcance durante la fase terminal de su vuelo.
Los suroceanos están divididos sobre el tema. Sólo 51.8% se declara favorable al THAAD, según un sondeo del Korea Research de marzo.
Un acuerdo horrible
A modo de represalia, Pekín adoptó una serie de medidas contra Corea del Sur. Prohibió a los grupos de turistas chinos viajar al país, dando un severo golpe a la industria local del turismo. En marzo la cantidad de visitantes chinos a Corea del Sur cayó 40%.
Por los llamados al boicot, el gigante del comercio surcoreano Lotte se vio obligado a cerrar 85 de sus 99 comercios en China. Este grupo puso a disposición el terreno de golf en donde se desplegarán partes del sistema antimisiles. Según las estimaciones Lotte sumaría pérdidas del orden de los US$1 mil millones en el primer trimestre.
El Export-Import Bank of Korea acaba de estimar que Corea del Sur podría perder hasta US$4 mil millones de ingresos en los próximos dos años.
En su entrevista con Reuters, Trump dijo que renegociará o pondrá fin a un tratado de libre comercio con Seúl, que entró en vigor en 2012.
El tema fue mencionado durante la campaña electoral en Estados Unidos, pero parecía desde la asunción de Trump fuera del radar.
“Es inaceptable, es un acuerdo horrible sellado por Hillary (Clinton, exsecretaria de Estado estadounidense y su rival demócrata para las elecciones en las que se impuso)”, dijo.