Durante un discurso ofrecido en el auditorio James L. Knight Center, en el centro de esta ciudad del sur de Florida, el magnate aseguró que se alinearía “con la gente cubana en su pelea contra la opresión comunista”.
“Todas esas concesiones que Barack Obama ha dado al régimen de (Raúl) Castro fueron hechas a través de órdenes ejecutivas, lo que significa que el siguiente presidente puede revertirlas, y eso es lo que voy a hacer a menos que el régimen de los Castro escuche nuestras demandas”, afirmó Trump.
“Esas demandas incluirán libertad religiosa y política para la gente de Cuba”, agregó Trump en esta ciudad, que alberga una numerosa comunidad cubana y en donde se ha asentado el exilio político proveniente de la Isla.
Las palabras del aspirante a la Casa Blanca representan un giro al apoyo que ha dado a lo largo de la campaña electoral al restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, que se inició con el anuncio simultáneo en diciembre del 2014 por parte de Obama y Castro de realizar un acercamiento luego de más de 50 años de silencio.
Durante su discurso en Miami, Trump aseguró que en su primer día de Gobierno va a ordenar “una revisión de todas las regulaciones hechas en los últimos diez años” y que pedirá al Congreso propuestas de leyes que rechacen las normas de Obama “que han sido un desastre”.
El magnate, que horas antes mantuvo un “gran encuentro” con integrantes de la comunidad de haitianos en la ciudad, se dirigió a los afroamericanos y les preguntó: “¿Qué tienen que perder? Voy a arreglarlo, no puede ir peor”.
En Miami, Trump condensó sus propuestas en materia económica con promesas de más trabajo para la población, incluidos los hispanos. “Mi agenda económica se puede resumir en tres palabras, y creo que les va a gustar estas palabras: Trabajo, trabajo, trabajo”, afirmó.
Al referirse a su rival en la carrera presidencial, la demócrata Hillary Clinton, afirmó que es “totalmente inadecuada” para el cargo y advirtió a sus seguidores que busca “destruir la segunda enmienda”, que otorga a los estadounidenses el derecho a poseer y portar armas.
“Quiere destruir la segunda enmienda. Armas, armas, armas. Creo que sus guardaespaldas deberían soltar todas sus armas, creo que deberían quedar desarmados”, señaló el magnate inmobiliario, palabras que desataron los aplausos y gritos de sus seguidores.
Durante su discurso, en el que no faltó su consabida promesa de construir un muro pagado por México en la frontera sur, un grupo de opositores fue retirado del recinto sin mayores incidentes.
Minutos antes de que comience su alocución, unas 50 personas se apostaron frente al James L. Knight Center para expresar su rechazo al magnate inmobiliario y pedirle que haga públicas su declaración de impuestos, tal como lo han hecho desde décadas atrás todos los candidatos presidenciales y que hasta ahora él no ha cumplido con la tradición.
“Los indocumentados contribuyen con millones de dólares anuales en impuestos y él esta ocultando algo”, señaló la activista Ruth Moreno, participante de la protesta.
“Miami es una ciudad diversa, y cuando ofende a alguno de nuestros hermanos, sea mexicanos o no, está ofendiendo a los latinos. No es bienvenido por su mensaje de racismo y odio”, agregó la dominicana.
Horas antes de su acto de campaña en el centro de Miami, Trump sostuvo un encuentro con miembros de la comunidad haitiana en el Centro Cultural de Little Haiti, en el barrio del mismo nombre.