Las directrices, firmadas por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, indican que no solo se perseguirá a los inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sino también aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos o que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional”.
Entre las directrices, firmadas por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, figura la contratación de 10 mil nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y 5 mil más de la Oficina de Aduanas y Fronteras (CBP).
El sábado último fue filtrado a los medios un memorando firmado por Kelly.
Se trata del reglamento de las órdenes ejecutivas sobre el muro y las ciudades santuario del 25 de enerorecién pasado, por ello incluye cuestiones clave para aplicar la nueva política migratoria de Trump.
Entre las cuestiones más relevantes, especifica una lista de prioridades con los extranjeros que serán deportados de manera acelerada:
Aquellos que han cometido crímenes o delitos graves.
Aquellos indocumentados que fueron deportados y regresaron a Estados Unidos sin autorización.
Los indocumentados con orden de deportación final, aunque no hayan cometido delitos.
Los indocumentados con orden de deportación final en ausencia o que asistieron a las cortes de inmigración para cumplir con sus citas ante un juez.
El documento también reitera la orden de Trump de poner fin a la práctica de detener y liberar (catch an release), y que “todos los extranjeros sin autorización de permanencia serán detenidos, arrestados y procesados” por el Departamento de Seguridad Nacional.
Otra cuestión determinante es la eliminación de todos los beneficios que existían para indocumentados, aunque se anuncia que se activarán beneficios para ciudadanos víctimas de indocumentados criminales.
Quiénes podrán permanecer
A diferencia de los decretos sobre el muro en la frontera y las ciudades santuario, que hacen hincapié en cuáles son los indocumentados que deben ser deportados, el memorándum de Kelly menciona quienes no son una prioridad de expulsión para el gobierno.
La lista incluye:
- Aquellos que el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, o a quien él designe, en uso de su discrecionalidad, detengan la deportación.
- Los extranjeros que obtengan una orden de alivio o protección contra la deportación (congelan sus casos).
- Aquellas personas que, tras ser detenidas, el Departamento de Seguridad Nacional determine que se trata de un ciudadano, residente legal permanente, asilado, refugiado o tiene un estatus temporal válido en ese país. (Aplica a aquellas personas detenidas y que no llevaban consigo identificación que pruebe su permanencia legal en el país).
- Los extranjeros que obtengan libertad condicional.
- Aquellos que luego de pedir asilo hayan demostrado un temor creíble y el proceso continúa.
- Los indocumentados beneficiarios de la Acción Diferida del 2012 (Daca) que no han cometido delitos.
Estos memorandos internos son el primer paso para la aplicación de la promesa de campaña de Trump de expulsar del país a los inmigrantes en situación irregular -unos 11 millones en total, la mayoría mexicanos- independientemente de que hayan o no cometido crímenes violentos en su país de origen o en territorio estadounidense.
Por el momento el gobierno de Trump no parece dispuesto a modificar el Daca, que protege de la deportación a jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos por sus padres cuando eran niños, y al que también prometió poner fin durante su campaña.
El pasado 23 de enero, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había dicho que la prioridad del gobierno eran inmigrantes con antecedentes criminales.
“Personas que pueden hacer daño o han hecho daño y tienen antecedentes criminales son el centro de la atención”, dijo Spicer, para quien “en la actualidad la prioridad está en las personas que han hecho daño a nuestro país”.
El objetivo no son deportaciones masivas
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, redobló la postura de que “cualquiera que esté aquí ilegalmente es sujeto de deportación en cualquier momento”.
Pero preguntado acerca de si la meta es la “deportación masiva” de inmigrantes, respondió tajantemente que “no”.
Spicer indicó que en el gobierno anterior la patrulla fronteriza y ICE “tenían las manos atadas” para cumplir las leyes migratorias.
“El presidente quería levantar los grilletes y decir (a los agentes) ‘ustedes tienen una misión, hay leyes que deben cumplirse, deben cumplir su misión y seguir la ley'”.
La publicación de las directivas ocurre dos días antes de que Kelly y el secretario de Estado, Rex Tillerson, se reúnan con sus contrapartes en México con la intención de rebajar las tensiones entre ambos países a raíz del tema migratorio.