“Las aspiraciones democráticas de los burkineses deben ser respetadas y los actos de violencia evitados” , señaló, al tiempo que indicó que no se puede contemplar “ningún retraso” de las elecciones, previstas para el 11 de octubre próximo.
“La UE se reserva la posibilidad de estudiar eventuales medidas contra los autores del golpe de Estado, recalcó Mogherini.
Explicó que la UE seguirá trabajando en estrecha cooperación con el resto de la comunidad internacional y sobre todo con la ONU, la Comunidad Económica de los Estados de frica Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana (UA) para asegurar una respuesta coordinada y firme en favor de la paz, la estabilidad y la seguridad en ese país.
Diez meses después de la revuelta que finiquitó 27 años de gobierno del presidente Blaise Compaoré y a menos de un mes de los comicios, una facción del Ejército de Burkina Faso ha dado un golpe de estado que ha puesto fin a una transición que había inspirado a otros pueblos sometidos en la región.
Un militar confirmaba a primera hora de la mañana lo que todos los burkineses temían desde que conocieron en la tarde de ayer que su presidente y su primer ministro habían sido retenidos por soldados de la guardia presidencial.
El Gobierno quedaba disuelto y se arrogaba la autoridad una nueva institución militar dada a conocer como Consejo Nacional de la Democracia, y presidida por el general Gilbert Diendéré, exjefe del Estado Mayor de Compaoré.
Como hace un año, los burkineses volvieron a echarse a las calles para protestar contra otra maniobra involucionista, procedente en este caso de una facción del estamento militar, y de nuevo volvieron a ser reprimidos con fuerza.
Diendéré, jefe histórico de la guardia presidencial que mantiene retenidos desde ayer a los líderes de la transición, explicó que sus hombres decidieron ” pasar a la acción“ante las ” medidas de exclusión” tomadas por la administración interina.
El general aludía así a la reciente reforma de la ley electoral del Ejecutivo de Kafando, que ha vetado la presentación de candidaturas a los afines al expresidente Compaoré, forzado a dimitir tras las protestas de hace un año.