La principal conclusión fue que los usuarios de Facebook nacidos en un determinado año tienen un 12 % menos de posibilidades de morir que aquellos llegados al mundo en el mismo año y que no usan la red social.
El director del estudio, William Hobbs, explicó en un comunicado que los resultados tan solo confirman la teoría elaborada en 1979 por la socióloga Lisa Berkman de que las personas con vínculos sociales fuertes tienen una mayor esperanza de vida.
A diferencia de 1979, basado en interacciones personales, el estudio de Hobbs concluyó que aceptar solicitudes de amistad o publicar fotografías en esa red equivale a establecer los vínculos sociales que teorizó Berkman.
“Interactuar en línea parece ser saludable cuando la actividad es moderada y complementa interacciones personales”, explicó Hobbs.
Hobbs, sin embargo, también reconoció que las conclusiones pueden deberse a las diferencias económicas y sociales entre usuarios y no usuarios de Facebook.