Internacional

Un marino recibe su billetera perdida en la Antártida… 53 años después

El marino tiene hoy 91 años y se sorprendió al ver cómo una cadena de buenos samaritanos hizo lo posible por contactarlo y devolverle la billetera que no recordaba haber perdido.

Un marino que trabajaba en la Antártida hace 53 años recuperó su billetera que dejó perdida en ese lugar.(Foto Prensa Libre: EFE)

Un marino que trabajaba en la Antártida hace 53 años recuperó su billetera que dejó perdida en ese lugar.(Foto Prensa Libre: EFE)

Un meteorólogo de la Marina de Estados Unidos recibió la feliz sorpresa de recuperar una billetera que había perdido… 53 años antes en la Antártida.

Paul Grisham, hoy con 91 años, ni siquiera se acordaba de que había extraviado la cartera cuando unos desconocidos contactaron con él para enviársela por correo, según contó el jueves el diario de California The San Diego Union-Tribune.

El descubrimiento fortuito ocurrió durante la destrucción en 2014 de la base científica en la isla de Ross, donde estuvo destinado el marino como especialista meteorológico entre octubre de 1967 y noviembre de 1968.

La billetera de Grisham se encontraba escondida tras un guardarropas y contenía, entre otros objetos, su tarjeta de identidad de la Navy, su permiso de conducir, consignas en caso de un ataque biológico o químico, y… un boleto de racionamiento para cerveza.

El marino, aturdido, se dijo “impresionado” de que tantas personas se hubieran movilizado para enviar la billetera a su propietario.

La entrega de la cartera a su dueño fue posible gracias a una cadena de buenos samaritanos.

Uno de los responsables del grupo de investigación en la Antártida contactó con uno de sus antiguos empleados que ya había completado con éxito una operación similar con la pulsera de un marino encontrada en una tienda.

Junto a su hija, llamaron a una fundación para veteranos, que contactó a su vez con la Asociación del Servicio Meteorológico Naval de la que Paul Grisham era miembro.

La billetera llegó finalmente el sábado pasado en buen estado a la residencia del veterano en San Carlos, en el sur de California.