Un guardia fronterizo observó un comportamiento sospechoso en una mujer y le pidió que se detuviera, indicó la policía israelí. Entonces, la mujer sacó un cuchillo e hirió al agente, aparentemente sin gravedad. El guardia sacó su arma y la “neutralizó” , añadió la policía.
La presunta autora del ataque se encuentra hospitalizada.
Horas antes, un palestino atacó a un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes con un cuchillo el lunes en la entrada de la Ciudad Vieja de Jerusalén y murió después baleado por agentes, dijo la policía de Israel. Este es el último incidente de la ola de violencia entre palestinos e israelíes.
Agentes paramilitares de fronteras detectaron un comportamiento extraño en el palestino y le ordenaron que sacara la mano del bolsillo, dijo la portavoz de la policía israelí, Luba Samri. Fue entonces cuando el hombre atacó al agente con un cuchillo, pero este llevaba un chaleco protector y no resultó herido, agregó.
El ataque tuvo lugar cerca de la Puerta de los Leones de la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén, en el este de la ciudad, de mayoría árabe.
La última oleada de violencia entre israelíes y palestinos se caracteriza por ataques con arma blanca y balaceras de manos de jóvenes palestinos sin afiliación a ningún grupo insurgente. La aparente naturaleza aleatoria de los incidentes dificulta los esfuerzos para predecirlos o evitarlos.
En las últimas semanas, al menos 25 palestinos, incluyendo nueve atacantes, han muerto a manos de fuerzas israelíes.
Por la otra parte, cinco ciudadanos de Israel fallecieron en los ataques
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha acusado de incitación a la violencia a algunos grupos como el Movimiento Islámico, que gestiona la educación y servicios religiosos de los musulmanes en Israel. Netanyahu pretende sancionar al grupo, que encabeza una campaña que acusa a Israel de conspirar para hacerse con el control de un complejo de la Ciudad Vieja sagrado tanto para musulmanes como para judíos, una acusación de Tel Aviv niega.
La Policía israelí dijo que detuvo al líder local del Movimiento Islámico en la localidad árabe beduina de Rahat, en el sur de Israel, sospechoso de organizar a un grupo de manifestantes que destrozaron cámaras de seguridad y otro mobiliario de la ciudad el viernes.
