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“Esta ambiciosa voluntad de la comunidad internacional tiene que plasmarse en cada uno de nuestros países y Estados en una América Latina y caribeña que, como saben, no es la más pobre en términos de población, pero somos la más desigual”, afirmó Perceval, junto a su representante en Bolivia, Sun-Ah Kim Suh.
Latinoamérica es la región del mundo que “más desiguala” a la niñez y la “más violenta para los niños” no porque tenga conflictos armados, sino por la violencia sufrida en sus hogares, lamentó.
Cifras alarmantes
América Latina y el Caribe tiene 195 millones de niños, niñas y adolescentes, de los que 70 millones viven en pobreza, sobre todo en las zonas rurales y los entornos periurbanos, explicó.
Cada año se registran 196 mil muertes de niños menores de cinco años, la mitad en los primeros 28 días de vida.
Asimismo, 6.3 millones de inmigrantes son menores de 18 años y cada vez más migran por cuenta propia huyendo de la pobreza y la violencia.
La exclusión educativa afecta a 14 millones de niños y en el área del cambio climático hay 13.4 millones que viven en zonas de riesgo de sequía y 13.1 millones en lugares de potenciales inundaciones.
Sobre la violencia en la región, 25 mil niños y adolescentes son víctimas de homicidios cada año y 1.1 millones de jóvenes mujeres sufren violencia sexual, según citó, entre los datos más alarmantes.
Además, 6 millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica y 3.9 millones padecen sobrepeso; hay 32 mil menores de 15 infectados con VIH y 200 mil entre los 15 y 24 años.
Perceval enfatizó que es posible avanzar mucho más para cambiar esas realidades, para mejorar la nutrición como lo hizo Bolivia en los últimos años o para acabar con la transmisión vertical del VIH de madre a hijo como sucedió en Cuba, según destacó.