A través de la agencia Amaq, habitual portavoz del EI, el grupo afirmó que el joven refugiado de 17 años, que hirió a cinco personas en un tren en Baviera y dejó a dos en estado crítico, era uno de sus “combatientes” .
“El autor del apuñalamiento en Alemania (…) llevó a cabo su operación en respuesta al llamamiento de atentar contra países de la coalición que combate al EI”, añadió Amaq, en referencia al conjunto de países liderados por Estados Unidos que bombardean al grupo terrorista en Siria e Irak.
En la habitación del joven, que murió abatido por la Policía tras huir de la escena de la agresión, la Policía encontró una bandera del EI “fabricada artesanalmente”, señaló el martes por la mañana el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann.
Mostrándose prudente sobre las motivaciones del atacante, llegado hacía dos años a Alemania como “menor no acompañado” , Herrmann explicó que según un testigo, había gritado “Allahu Akbar” (“Alá es grande”) en el momento de la agresión.
Radicalizado solo y recientemente
No obstante, consideró el ministro, hay que “investigar cuidadosamente” las motivaciones del refugiado, que actuó solo en el tren, para determinar si pertenecía al movimiento islamista o se “radicalizó él solo y muy recientemente” .
“En este momento, prefiero no hacer especulaciones” , subrayó Herrmann. “Estaba solo (…) en el tren. Cometió el ataque él solo” , añadió.
El afgano, que hizo una demanda de asilo en Alemania el año pasado, no era conocido por los servicios de inteligencia germanos. Vivía desde hacía dos semanas con una familia de acogida en la localidad de Ochsenfurt, vecina al lugar donde se produjo el ataque.
El lunes por la noche hacia las 21h15 locales, el joven demandante de asilo, alojado desde hacía dos semanas en una familia de acogida, hirió gravemente a los cuatro pasajeros. El tren cubría la línea entre Treuchlingen y Wurzburgo, en Baviera (sur) .
Las cuatro personas heridas en el ataque proceden de Hong Kong, según las autoridades chinas, y a una misma familia de cinco miembros.
Varios de los testigos presenciales quedaron en estado de shock. Una persona que subió al tren tras la agresión describía el interior del vagón como “una escena de carnicería” , según la agencia DPA .
Una unidad especial de intervención de la policía alemana (SEK) disparó y mató al joven cuando intentaba seguir atacando a las fuerzas de seguridad.
Es la primera vez que Alemania se enfrenta a un ataque reivindicado directamente por el EI, pero las autoridades han reconocido en varias ocasiones que ese país era un potencial objetivo de los yihadistas.
En agosto del 2015, dos combatientes germanófonos reivindicaron su pertenencia al EI y amenazaron a la canciller Ángela Merkel y a Alemania en un vídeo.
Ahora ahora, no obstante, el país no ha sufrido ataques a gran escala, a diferencia de sus vecinos franceses y belgas, si bien se han producido al menos varios episodios violentos en los que posteriormente se demostró que el autor se había inspirado o identificado de algún modo con la causa yihadista.
Ese país acogió el año pasado a más de un millón de demandantes de asilo, de los cuales un buen número huían de los conflictos en Siria e Irak. Ese fluyo masivo ha provocado un creciente sentimiento xenófobo en la sociedad, espoleado por la derecha populista alemana.
Afgano se radicalizó recientemente
Las autoridades de Baviera (sur de Alemania) consideran que el afgano de 17 años que el lunes atacó a los viajeros de un tren pudo haberse radicalizado recientemente, aunque no hay indicios de una conexión directa con redes islamistas y tampoco se descarta que fuera “un acto de locura” .
En conferencia de prensa, el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, señaló que en la habitación del joven, que vivía con una familia de acogida, se encontró una bandera de Estado Islámico (EI) pintada por él, además de un texto escrito en pastún, con grafías árabes y latinas que está siendo analizado.
Según las primeras interpretaciones, el texto podría incluir una especie de carta de despedida, tal vez a su padre, aunque el ministro consideró “prematuro” sacar conclusiones, puesto que todavía no se sabe ni siquiera de dónde procede la familia y, menos aún, si los progenitores están vivos.
El joven, un refugiado que había llegado a Alemania unos años atrás gritó según testigos “Allahu Akbar” (Alá es grande”) en el momento del ataque, que se produjo poco después de que subiera al tren tras abandonar su casa de acogida.
“Por el momento no hay indicios de que estuviera en contacto con redes islamistas”, añadió el ministro en referencia a la información difundida por la agencia Amaq, vinculada al grupo yihadista Estado Islámico, en la que se asegura que el joven era “uno de los combatientes” de ese grupo terrorista.
Todo indica, apuntó Herrmann, que el joven se lanzó contra los pasajeros “de forma indiscriminada” y que fue “por casualidad” que resultaron heridos cuatro miembros de una familia de turistas chinos, procedentes de Hong Kong, uno de los cuales se debate entre la vida y la muerte, y otros tres sufrieron lesiones graves.
En el momento del ataque se encontraban en el tren regional entre 20 y 30 pasajeros, algunos de los cuales llamaron a la policía hasta que finalmente alguien accionó el freno de emergencia del convoy.
En la zona se encontraba de casualidad un comando especial de la Policía que participaba en un operativo contra el tráfico de drogas, que se dirigió de inmediato al lugar donde se detuvo el tren, del que ya había descendido por entonces el joven agresor.
Éste fue localizado poco después en las inmediaciones, en el margen de un río, y fue abatido tras lanzarse contra los agentes “de forma muy agresiva” y tras haber atacado a una viandante, relató el ministro.
Las personas más cercanas al joven, con las que tuvo contacto en los últimos meses, ven “totalmente incomprensible” la agresión protagonizada por el menor, al que califican de creyente, pero “en ningún caso como ” radical o fanático”.
Según esos testimonios, el joven iba la mezquita en días señalados, pero no todas las semanas.