La misión reveló con exactitud que la enorme tormenta tenía el tamaño de una Tierra y media de ancho; es decir, unos 16 mil kilómetros de ancho, con velocidades de viento tóxico mayor que cualquier gigante tormenta terrestre registrada.
“La sonda Juno reveló que las raíces de la Gran Mancha Roja son de 50 a cien veces más profundas que los océanos de la Tierra, y que son más cálidas en la base que en la cima”, explica Andy Ingersoll, profesor de ciencia planetaria, en el sitio web de la Nasa.
La alta radiación y la compleja composición gaseosa de la atmósfera nunca permitirían alguna de las formas de vida que hasta ahora se conocen.
El sitio de la Nasa publica en video un emocionante “viaje al centro de la Gran Mancha Roja”, que indica con precisión a la izquierda la escala de altitud en kilómetros sobre el gigante, así como la temperatura en grados Kelvin que se registra a medida que se adentra en el extraño contorno gaseoso.
El futuro de la tormenta gigante aún es incierto. Lo que se sabe con seguridad es que su tamaño está disminuyendo por razones desconocidas. En 1979 otras misiones que pasaron cerca de Júpiter revelaron que tenía el tamaño de dos tierras juntas. Ahora se sabe que se reduce en su ancho y su altura.
La sonda Juno se lanzó desde Cabo Cañaveral, Florida, el 5 de agosto del 2011 y llegó hasta la órbita de Júpiter el 4 de julio del 2016.