Pence destacó que los dos continentes tienen una herencia compartida y el objetivo común de promover “la paz y la prosperidad a través de la libertad, la democracia y el Estado de derecho”.
El vicepresidente también reiteró el compromiso estadounidense con el fomento de “economías libres, justas y florecientes” a ambos lados del Atlántico, al recordar que el comercio transatlántico es la base de 14 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos y la UE.
Las palabras de este lunes de Pence llegan después de que Trump irritase en otras ocasiones a sus socios de la UE con algunas de sus declaraciones. En junio saludó la decisión del Reino Unido de abandonar UE y aseguró que el denominado Brexit es “algo fantástico”, mientras que poco antes de asumir el cargo aseguró que no le importaba si la UE estaba unida o no.
Tusk, el presidente del Consejo Europeo, dijo al término de su conversación con Pence que ahora le resulta más fácil otra vez creer en un futuro positivo de la asociación entre Estados Unidos y la UE. El político polaco advirtió de que “el mundo sería sin duda un peor lugar si Europa no estuviese unida”.
El presidente del Consejo Europeo señaló que en los últimos meses “se han expresado demasiadas opiniones nuevas y a veces sorprendentes sobre (…) nuestras relaciones y nuestra seguridad común para que podamos hacer como si todo siguiera igual que antes”.
Sin embargo, agregó Tusk, “hoy he escuchado palabras que son prometedoras para el futuro, palabras que explican muchas cosas en cuanto al enfoque de la nueva Administración en Washington”.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, recordó que la economía de Estados Unidos depende del comercio con la UE “en mayor medida de lo que algunos creen en Estados Unidos”.
Juncker fue el segundo representante de la UE en reunirse con Pence en Bruselas. Al igual que otros dirigentes europeos, había subrayado antes de la reunión que a los europeos les corresponde “enseñar” al nuevo Gobierno estadounidense cuáles son los valores que defiende la UE.
Pence, el primer miembro del nuevo Gobierno estadounidense en mantener conversaciones políticas con representantes de la UE en Bruselas, tenía previsto entrevistarse también con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), Jens Stoltenberg.
Trump tiene previsto visitar Bruselas a finales de mayo, cuando la Otán planee organizar una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la alianza atlántica con motivo de su presencia en la capital belga.
El sábado, durante su primera escala de su viaje europeo, el vicepresidente estadounidense se reunió en Múnich con la canciller alemana, Angela Merkel.
En su intervención ante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Pence lanzó un mensaje tranquilizador a los europeos.
“Estaremos junto a Europa, hoy y cada día”, dijo desde la ciudad alemana. “Estados Unidos -recalcó- quiere la paz con Europa y con todas las naciones”.
Sin embargo, el “número dos” de la Casa Blanca no habló en Múnich de cuestiones importantes para los europeos como el tratado de libre comercio TTIP que negocian Washington y Bruselas desde hace años, o las sanciones contra Rusia, ni tampoco se refirió a la proyectada construcción de un muro en la frontera con México.