“Aunque la mayoría de los meteoros solo son visibles durante unos pocos segundos, este evento fue significativo ya que imágenes que logramos captar demuestran que fue visible durante 27 segundos, es decir casi medio minuto”, destacó Eddie Irizarry, vicepresidente de la SAC.
“Cada vez se veía más grande, no parecía un meteoro común”, señaló por su parte Idaly Correa, quien presenció el espectacular avistamiento desde el municipio de Guayanilla.
El directivo de la SAC aclaró que a pesar de la extensa duración del meteoro no se trató de basura espacial, sino de un meteoro natural, es decir una roca espacial desintegrándose a través de la atmósfera.
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Estimó que se trató de una roca de entre 2 y 5 metros de diámetro cuya trayectoria muestra que comenzó a desintegrarse a una altura de 70 millas (110 kilómetros) sobre el noroeste de Puerto Rico, cerca de Isabela y se desplazó hacia el este en dirección a la pequeña isla de Culebra.
“Varias cámaras que tenemos en diversas partes de la isla muestran que comenzó a ser visible a las 4.55 con 35 segundos, y culminando a las 4.56 con 2 segundos. Prácticamente cruzó el cielo casi de un extremo al otro”, destacó Juan González Alicea, presidente de la SAC.
Además: El video que simula cómo se desintegra un objeto al entrar en la atmósfera terrestre
La entidad científica explicó que la extensa duración del meteoro se debió a una combinación de tratarse de una roca más grande que las que ocasionan avistamientos de meteoros comunes, y a que penetró la atmósfera en un ángulo no muy inclinado, es decir casi de lado, por lo que la desintegración ocurrió a través de gran parte del firmamento.
Alex Guadalupe, de la SAC, pudo observarlo desde el área metropolitana y se sorprendió no solo por su aparente tamaño y extensa cola, sino porque además mostró un color verde turquesa, lo cual según la SAC sugiere que la roca contenía magnesio y cobre.