“¡Vamos, vamos! ¡Seguridad arriba!”, se escucha decir a los hombres en medio del ensordesor estruendo de las armas cuando son activadas.
“Tenemos un herido”, añade otro de los oficiales. “Lanza la granada”, ordena otro agente de seguridad.
“Tranquilo, chaparro”, le dice un soldado a otro herido que está recostado sobre la pared, también se observa el momento en que los militares utilizan granadas contra los nacotraficantes.
Después del primer enfrentamiento a balazos que ocurre en un primer nivel, los miembros de la Marina logran ingresar a una de las habitaciones donde se puede ver en medio del humo una mesa y una silla.
Luego, sigue una segunda balacera, los militares llegan a una cocina donde segundos después proceden a la captura de uno de los individuos, enseguida las fuerzas de seguridad suben a un segundo nivel mientras el jefe de la operación grita ¡dejen de disparar y avancen!
Ya arriba, llegan a un dormitorio donde hay una cama y un televisor aunque no hallan a nadie, igual situación ocurre en otro cuarto contiguo.
En otra de las habitaciones sí encuentran a más personas, ¡tírese al suelo!, le gritan a una sospechosa capturada, después la interrogan sobre la cantidad de hombres que estaban en el inmueble y que repelieron el operativo de la Naval Mexicana.
El enfrentamiento termina y las últimas escenas que se observan en el video son de los hombres capturados boca abajo en medio del desastre de la vivienda.
El Chapo Guzmán fue detenido el viernes último después de permanecer casi seis meses prófugo al fugarse de una cárcel de máxima seguridad donde estaba recluido al cavar un túnel de 1.5 kilómetros.
Desde entonces, la recaptura del jefe del cartel de Sinalo se volvió una prioridad para el gobierno de Enrique Peña Nieto, fuertemente desgastado por escándalos de corrupción y por la desaparición de los 43 estudiantes de una escuela normalista de Ayotzinapa, Guerrero en septiembre del 2014.
