“No fui derrocado por nadie, me vi obligado a dejar Ucrania debido a una amenaza inmediata a mi vida y a la de mis allegados” dijo Yanukovich, sentado al lado de un alto responsable de la agencia rusa ITAR-TASS, con tres banderas ucranianas detrás.
“Pienso seguir luchando por el futuro de Ucrania, contra aquellos que intentan ensombrecerlo a través del miedo y el terror”, prometió.
El destituido presidente arremetió contra las fuerzas proeuropeas ahora en el poder en Kiev.
“El poder en Ucrania ha sido tomado por jóvenes nacionalistas y profascistas, que representan una pequeñísima minoría” en el país, sostuvo.
Según él, lo ocurrido en los dos últimos días en la península de Crimea (sur) , donde comandos prorrusos tomaron el control de aeropuertos y puntos estratégicos, es una “reacción natural” a una usurpación del poder y a un “golpe de Estado de bandidos” .
Yanukovich dijo que sigue viéndose como el presidente de Ucrania, y que Crimea debe seguir siendo parte del país.
Acusó además “a la política irresponsable” de Occidente de la crisis en el país, y anunció que no se presentará en la elección presidencial anticipada del 25 de mayo, que según él es “ilegal”.
También dijo que tras llegar a Rusia habló por teléfono con el presidente Vladimir Putin, mostrándose sorprendido por el silencio observado por éste sobre los sucesos en Ucrania.
Yanukovich explicó que llegó a Rusia “gracias a un joven oficial patriota”, sin dar detalles, y aseguró que volverá a Ucrania cuando se garantice su seguridad personal.
El expresidente se disculpó por haber dejado el país en el estado actual.
“Estoy avergonzado. Quiero disculparme ante el pueblo ucraniano por lo ocurrido en Ucrania, y por no haber tenido la fuerza suficiente para mantener la estabilidad”.