La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos informó que desde enero y hasta el 15 de marzo, “531 personas murieron, 300 resultaron heridas y 277 fueron secuestradas en incidentes relacionados con bandas que tuvieron lugar principalmente en la capital, Puerto Príncipe”.
“La mayoría de las víctimas murieron o resultaron heridas por francotiradores que presuntamente dispararon al azar contra personas que se encontraban en sus casas o en la calle”, declaró a la prensa en Ginebra Marta Hurtado, portavoz de la OACDH.
Solo en las dos primeras semanas de marzo, los enfrentamientos entre pandillas se saldaron con al menos 208 muertos, 164 heridos y 101 secuestrados.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU está muy preocupada por la violencia en Haití, donde “los enfrentamientos entre bandas son cada vez más violentos y frecuentes”, apuntó Hurtado.
“Le pedimos a la comunidad internacional que considere con urgencia el despliegue de una fuerza de apoyo especializada (…) con un plan de acción completo y preciso”, afirmó Hurtado.
#Haiti: We are gravely concerned by extreme violence spiralling out of control as clashes between gangs continue in attempts to expand territorial rule. We urge authorities to immediately address grave security situation & call for international support: https://t.co/GE0eUWYVs9 pic.twitter.com/8Bb4IqXo6l
— UN Human Rights (@UNHumanRights) March 21, 2023
Según la ONU las pandillas intentan ampliar su control territorial en la capital y otras regiones atacando a las personas que viven en zonas controladas por sus rivales.
Entre las víctimas de las balas perdidas hay alumnos y profesores de escuelas, y la ONU también denunció un aumento de los secuestros de padres y de escolares en las inmediaciones de los centros de estudios, lo que ha obligado al cierre de muchos colegios.
Sin la protección de un entorno escolar “muchos niños han sido reclutados a la fuerza por bandas”, afirmó Hurtado.
Miles de desplazados
Haití – el país más pobre del continente americano – lleva años sumido en una crisis humanitaria, económica y política exacerbada desde el asesinato del presidente Jovenel Moise, en 2021 y acentuada por el auge de la violencia de las pandillas.
La inestabilidad crónica y la violencia han disparado los precios de los alimentos y la mitad de la población de Haití carece de comida suficiente , dijo Hurtado.
Al menos 160 mil personas han sido desplazadas y viven en la precariedad y un cuarto de ellos malviven en campamentos, con un acceso limitado a servicios básicos de saneamiento, añadió.
“La violencia sexual también es utilizada por las bandas contra las mujeres y las niñas para aterrorizarlas, someterlas y castigar a la población”, denunció Hurtado que afirmó que las bandas secuestran a chicas para presionar a las familias para que paguen un rescate.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, instó a las autoridades de Haití a que enfrenten la situación de la seguridad, con un refuerzo de la policía y una reforma del sistema judicial.