Las autoridades sanitarias anunciaron recientemente restricciones a la entrada ilegal de xilacina, autorizada desde 1972 por la Agencia Estadounidense de Medicamentos (FDA) como sedante y analgésico veterinario, por ejemplo, para calmar el dolor de los caballos y ciervos.
La xilacina “se ha encontrado cada vez más en drogas ilícitas como el fentanilo (…) y se ha detectado cada vez más en muertes por sobredosis” en el país, sumido en la peor crisis de drogas de su historia, con 107 mil 735 muertos por sobredosis o envenenamiento accidental entre agosto de 2021 y agosto de 2022, afirma la FDA en un comunicado.
Qué es xilacina, tranq o droga zombi
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de EE. UU., la xilacina, un sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano, se ha vinculado con una cantidad creciente de muertes por sobredosis en todo el país en el marco de la crisis de drogadicción y sobredosis, en constante evolución. Además, varios estudios indican que las personas expuestas a la xilacina con frecuencia la consumen, con o sin conocimiento, en combinación con otras drogas, especialmente fentanilo ilegal.
Según esa entidad, no se conoce el alcance total de las muertes por sobredosis relacionadas con la xilacina en EE. UU., pero las investigaciones indican que las muertes por sobredosis vinculadas con la xilacina se han desplazado hacia el oeste del país, y que la región más afectada es el noreste.
Según los informes, entre 2015 y 2020, el porcentaje de todas las muertes por sobredosis de drogas en las que hubo presencia de xilacina aumentó del 2% al 26% en Pensilvania. La xilacina estuvo vinculada con el 19% de todas las muertes por sobredosis de drogas en Maryland en 2021 y con el 10% en Connecticut en 2020.
Las investigaciones han demostrado que la xilacina se agrega con frecuencia a los opioides ilícitos, incluido el fentanilo, y las personas reportan consumir fentanilo que contiene xilacina para extender sus efectos eufóricos. La mayoría de las muertes por sobredosis vinculadas con la xilacina y el fentanilo también incluyeron otras sustancias, entre ellas cocaína, heroína, benzodiacepinas, alcohol, gabapentina, metadona y opioides recetados.
Qué hace en el cuerpo la xilacina, tranq o droga zombi
La xilacina, autorizada como sedante y analgésico veterinario desde 1972 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), solo está aprobada para su uso en animales.
Su consumo puede ralentizar la respiración y el ritmo cardíaco de las personas hasta niveles peligrosos y causar infecciones que pueden provocar la amputación de las extremidades.
La xilacina también conocida como tranq y es un depresor del sistema nervioso central que puede causar somnolencia y amnesia y reducir el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y la presión arterial a niveles peligrosamente bajos.
Según informes, consumir opioides en combinación con xilacina y otros depresores del sistema nervioso central aumenta el riesgo de una sobredosis potencialmente fatal.
Por qué fue declarada en EE. UU. como amenaza para la nación
“Es la primera vez en la historia de nuestra nación que una sustancia se designa amenaza emergente”, declaró este miércoles 12 de abril en rueda de prensa el doctor Rahul Gupta, director de la oficina encargada de la lucha contra las drogas en la Casa Blanca.
Entre 2020 y 2021, la detección de xilacina por parte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) aumentó casi un 200% en el sur del país y más del 100% en el oeste.
La designación como una amenaza emergente permitirá utilizar los fondos solicitados por el presidente Joe Biden al Congreso para los presupuesto de 2024, dijo Gupta.
“Necesitamos el apoyo del Congreso”, imploró, para no tener que desviar dinero destinado a otras causas.
“No es un problema de los estados” demócratas o republicanos, “es el problema de Estados Unidos”, insistió.
El gobierno está obligado, dentro de los tres meses siguientes a la designación, a presentar un plan de acción al Congreso, que abordará varias áreas: más pruebas para detectar la droga y análisis para entender mejor de dónde viene con el fin de luchar contra su creciente presencia en el mercado ilegal.
La investigación médica es otra prioridad. “Reuniremos a expertos nacionales en este ámbito para (…) identificar los enfoques más prometedores para la estabilización clínica, la gestión de la abstinencia y los protocolos de tratamiento”, detalló Rahul Gupta.
Además “necesitamos un antídoto”, agregó. La naloxona, aprobada en a finales de marzo por la FDA se usa para reanimar a una persona que sufre una sobredosis por un opioide, por ejemplo el fentanilo, pero no es eficaz contra la xilazina.
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El fentanilo y la xilacina, ambos sintéticos, se suelen consumir juntos, según la DEA.
En febrero, las autoridades sanitarias estadounidenses lanzaron una “alerta de importación” para controlar mejor el aprovisionamiento de xilacina y asegurarse que se destine al uso veterinario.