Desde el sábado cientos de bomberos han estado tratando de apagar el fuego en el que han muerto al menos 62 personas.
En medio de este desastre, se dio a conocer la historia de cómo 12 personas lograron sobrevivir a las llamas buscando refugio en un tanque de agua.
BBC NEWS MUNDO
Las 12 personas que sobrevivieron escondidas en un tanque de agua al devastador incendio de Portugal que dejó al menos 62 fallecidos
Ha sido uno de los incendios más letales de la historia de Portugal.
Cuando el poblado en el que vivían quedó aislado, el grupo de residentes, que incluía a una mujer discapacitada de 95 años, se refugió durante más de seis horas en el tanque hasta que los rescataron.
“Si no hubiera sido por esto, habríamos muerto todos”, declaró uno de los sobrevivientes.
Se cree que el incendio, que comenzó el sábado en el distrito central de Leiria, se inició con un rayo. Las llamas continúan ardiendo a pesar de la lluvia.
Muchas de las víctimas murieron dentro de sus automóviles cuando trataban de huir del incendio.
“Heroína”
Maria do Céu Silva fue aclamada como heroína después que utilizó el tanque de agua de su casa para rescatar a los residentes de Nodeirinho, cerca de la autopista IC8, que se vio severamente afectada por el incendio.
La idea, indicó Silva, le surgió cuando estaba tratando de salvar a su madre discapacitada.
“Mi esposo me pidió que la metiera a la camioneta pero ella no podía entrar por sí misma y me dijo: 'Déjame morir en el suelo'”, le contó la mujer al diario Correio da Manha.
“Con la ayuda de mi hijo logramos llevarla allí”, dijo. Y su padre de 81 años también sobrevivió refugiándose en el tanque.
Los vientos eran tan fuertes, relató Silva, que los techos se desprendieron de las casas. “Fue como una película de terror”.
En algunas zonas del centro de Portugal continúa la evacuación de residentes y más de 900 bomberos siguen intentando apagar las llamas que continúan ardiendo en varios frentes.
“Devastación indescriptible”: el recuento de un sobreviviente del incendio, Gareth Roberts
Nos encontramos varados en un pueblo llamado Mó Grande, cerca de la autopista IC8. Un agente nos había dirigido hasta allí, a nosotros y a otras personas.
Cuando manejábamos por la carretera de la montaña podíamos ver las llamas elevándose de un lado a otro del valle. El viento lanzaba ramas contra el vehículo pero no podíamos detenernos, podíamos sentir el calor.
Finalmente llegamos al pequeño pueblo en un cruce rodeado por el incendio. Todos estábamos llorando, abrumados por el calor y la velocidad del fuego. Todo estaba oscuro, muy oscuro, entre las llamas.
La devastación era indescriptible. La gente perpleja, los restos de las casas quemándose incontrolablemente, los postes de concreto explotando sobre las carreteras.
Cerca del pueblo se encontraron 30 cadáveres dentro de autos y otros 17 cerca de los vehículos en una carretera que conduce a la IC8.
Maria de Fátima Nunes y su esposo conducían por la carretera cuando se vieron alcanzados por las llamas.
“Mi esposo se quemó el brazo. Yo también me quemé, en el pecho”, le dijo a SIC Noticias.
Contó que la pareja que estaba en el auto detrás de ellos no logró escapar y murió.
“Le grité a la mujer que saliera del auto, pero no lo hizo. Su esposo sí salió, pero murió allí”.
Los incendios comenzaron el sábado en el área de Pedrógao Grande durante una intensa ola de calor y tormentas, con temperaturas de más de 40ºC en algunas regiones.
La policía dice que que el fuego pudo haber sido causado por rayos.
También se ha informado de otros incendios en otras dos regiones centrales, Castelo Branco y Coimbra. A pesar de que el lunes llovió, las autoridades de protección civil describieron la situación como preocupante.