Wang, en realidad una campesina, contaba a sus víctimas que poseía una enorme fortuna de US$25 mil millones que había sido bloqueada por las autoridades.
La falsa princesa pedía a continuación dinero con el que supuestamente sobornaría a esas autoridades para poder acceder a ese dinero, que después repartiría entre los que la habían ayudado, un habitual timo conocido como “estafa nigeriana” y que suele practicarse a través de correos electrónicos.
La mujer condujo estas estafas entre febrero de 2013 y julio de 2014, y consiguió engañar a numerosos incautos, y aunque el dictamen judicial no aclaró cuántos, sí especificó que Wang deberá devolver a todos ellos su dinero.
En el mismo juicio, celebrado el lunes pasado, uno de sus cómplices, un desempleado de la ciudad de Xian recibió también una pena de prisión, en su caso de 12 años.
Falsos lingotes de oro, dólares y mapas del tesoro encontrados en el domicilio de la acusada fueron utilizados como pruebas en el juicio, cuya sentencia ha sido apelada por los dos condenados.