La joven, que había llegado a Milán el 10 de julio para posar en una sesión fotográfica, fue drogada, esposada e introducida dentro de una bolsa para ser trasladarla a una vivienda aislada en Borgial, al noroeste de Turín.
La modelo pasó seis días atada al mueble de una habitación, antes de que sus captores decidieran llevarla hasta el consulado británico en Milán y liberarla, el 17 de julio.
Herba, que confesó el secuestro, planeó el ataque durante meses y había obtenido un pasaporte polaco falso bajo el nombre de Daniel Zawada a través de internet en mayo de 2017, reveló “The Daily Telegraph”.
El caso está siendo investigado por las autoridades de Italia, el Reino Unido y Polonia.
A raíz de la detención de Herba, las fuerzas de seguridad han detectado diversas subastas en línea en las que supuestamente se vendía a jóvenes secuestradas, en las que se incluía una descripción de la víctima y un precio.
La policía no ha aclarado todavía si se trata de secuestros reales o bien si el sospechoso inventó a esas víctimas para tratar de cobrar su venta o su rescate.
El secuestrador, que asegura trabajar para una mafia de tráfico ilegal que opera en la internet profunda, denominada “Black Death Group”, exigió al agente de la modelo 230 mil libras (253 mil euros) para evitar que fuera subastada.
La víctima ha relatado a la policía que el hombre que la retenía le dijo que la dejaba en libertad tras conocer que ella tenía un hijo.