“A las 24 horas de haber comenzado a jugar notamos que estaba dormido y pensamos que descansaba y no quisimos despertarle, aunque ya había superado las horas por las que había pagado”, dijo el trabajador.
Al día siguiente por la mañana, cuando ya llevaba unas 36 horas en el cibercafé, los empleados se acercaron al hombre para despertarle, pero notaron que su cuerpo estaba rígido y frío, y llamaron a una ambulancia, si bien ya había fallecido.
“A su lado había otros clientes y todos pensaron que estaba durmiendo, porque es una costumbre habitual para muchas personas que pasan días enteros en cibercafés”, añadió el empleado.
Un portavoz de la comisaría de policía del distrito Zhongzheng, donde ocurrió el suceso, dijo que las investigaciones preliminares evidencian que se trata de un caso de muerte accidental, debido a un paro cardíaco u otra afección del corazón.
Esta ha sido la segunda muerte de un jugador en un cibercafé de la isla en el último año.
Otro suceso similar
Una mujer de 37 años apellidada Chu murió el 23 de agosto de 2015 en la ciudad norteña de Hsinchu mientras se recreaba en uno de estos lugares de juego.
Los cibercafés taiwaneses suelen tener pequeños cubículos para dormir, duchas y otros servicios, incluida la petición de comida, de forma que los clientes pueden prácticamente vivir en ellos.