El 16 de julio de 2013, durante una audiencia efectuada en el IGSS, donde estaba internado, dijo que un fiscal lo obligó a declarar contra los hermanos Francisco y Estuardo Valdés Paiz, señalados como autores intelectuales del crimen.
En esa ocasión, Paz Mejía aseguró que no conocía ni había hablado con los sindicados, quienes después de casi tres años en prisión fueron puestos en libertad.
Rosenberg, según la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, coordinó su propia muerte.