El alcalde accedió a la petición y dijo que en sesión extraordinaria del Concejo se aprobará la consulta y se fijará hora, fecha y cómo se efectuará.
Los vecinos, provenientes de varias aldeas del municipio, se empezaron a reunir en el parque central, a las 14 horas. A las 16 horas ya se había concentrado un millar de personas, que fueron atendidas por el jefe edil a un costado del edificio municipal.
Los pobladores le exigieron a Aquino que les dijera quién había autorizado unos trabajos cerca del proyecto minero Progreso Derivada VII. El jefe edil explicó que son obras que se ejecutan con fondos del Consejo Departamental de Desarrollo.
El alcalde fue electo en septiembre del 2011, con el partido Libertad Democrática Renovada (Líder). Obtuvo tres mil 812 votos, cantidad que recriminó a los manifestantes, al decirles que no estaba la totalidad de personas que votaron por él. Esta actitud hizo que la gente se exacerbara y empezara a calificarlo de mentiroso.
Según los manifestantes, durante la campaña electoral pasada Aquino se mostró contrario a la minería y ahora ha guardado silencio.
Más quejas
A la protesta se unieron transportistas que prestan el servicio de ese municipio a la capital, quienes denunciaron que el alcalde pretende autorizar una flota de autobuses nuevos. Vendedoras del mercado denunciaron que la comuna pretende incrementar el derecho de piso a Q300, y otros pobladores expusieron que se busca cobrar el ingreso al cementerio.
Vecinos que pidieron la palabra le recriminaron al jefe edil que se mostrara como es, ya que la verdad se sabría si estaba mintiendo.
Siete meses en lucha
En los límites municipales de San Pedro Ayampuc y San José del Golfo, pobladores de ambos municipios mantienen desde hace siete meses una protesta contra el proyecto minero Progreso Derivada VII, también conocido como El Tambor.
Los vecinos levantaron covachas en las que hacen turnos para cuidar que no ingresen o salgan vehículos de la mina.
El 13 de junio último, Yolanda Oquelí, quien encabezaba una de las protestas contra la mina, fue atacada por dos individuos. La dirigente regresaba de su trabajo cuando un vehículo se le atravesó y los hombres se bajaron para dispararle.
Dos días después del ataque, los residentes en resistencia recibieron a delegados de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quienes dieron detalles de los hechos.
Otra de las denuncias se recibió el 8 de mayo, cuando a medianoche llegaron unos 400 agentes antimotines a tratar de dialogar con los inconformes. Estos señalaron que la intención de los agentes era que ingresaran unos 30 camiones a las instalaciones de la minera.
Cuando los pobladores se resistieron, fueron rodeados por agentes antidisturbios.
