Comunitario

Dependencia de las redes sociales

Unos cuatro millones de guatemaltecos tienen perfil en alguna red social, y de ellos un alto porcentaje las utiliza para comunicarse todo el tiempo, lo cual va en detrimento de la convivencia directa familiar, laboral y de amistad.

Internautas están cada vez más atentos a los dispositivos móviles que a relacionarse con personas reales. (Infografía Prensa Libre: Kevín Ramírez)

Internautas están cada vez más atentos a los dispositivos móviles que a relacionarse con personas reales. (Infografía Prensa Libre: Kevín Ramírez)

CIUDAD DE GUATEMALA- Típicas son las escenas cuando en la calle o en la casa las personas están inmersas en la pantalla de su teléfono móvil, tableta o computadora en lugar de tener una convivencia presencial.

Este fenómeno se conoce como “phubbing” —término compuesto de las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (menospreciar)—, que consiste en ignorar al acompañante al prestarle más atención al móvil o a otros aparatos electrónicos.

Las nuevas generaciones son nativas digitales, es decir, la tecnología es parte de su cotidianidad, expone la psicóloga María José Gálvez, especialista en Desarrollo y Gestión de Niñez y Adolescencia.

Por tanto, cada vez dedican más tiempo a navegar en la red. Según el Estudio de Redes Sociales en Centroamérica 2014 (RSCA), el 28 por ciento de internautas en la región usan las redes sociales más de tres horas diarias, y 44 por ciento, todo el tiempo. Se calcula que una persona en promedio consulta su celular 150 veces al día.

DESCARGUE: USO POCO MODERADO DE DISPOSITIVOS

El desarrollo tecnológico ha modificado sustancial y radicalmente la conducta humana, puesto que las nuevas generaciones se comunican con mayor efectividad y rapidez, pero cada vez se ven y se escuchan menos como seres humanos, dice el sociólogo Otto Rivera.

Hay poca educación y cultura en el uso de redes sociales. En sus inicios estas fueron concebidas como canales de distracción u ocio. Hoy son fuente de relaciones entre la familia, amigos, compañeros de trabajo y la pareja, explica José Contreras, director de iLifebelt y del Observatorio de Audiencias Digitales de Centroamérica.

Tres de cada 10 internautas utilizan las redes sociales para relaciones de amistad, y el 28 por ciento, para relaciones familiares, indica el referido estudio.

Las redes sociales ofrecen nuevas posibilidades para la cohesión social porque estos canales de comunicación se pueden extender por el mundo para fines profesionales, culturales o educativos. Sin embargo, la persona con muchos contactos virtuales no asegura que tenga relaciones afectivas cercanas, refiere Gálvez.

Cuidado con excesos

Ser dependiente de la tecnología ocurre cuando la persona pierde la tranquilidad al no tener acceso a internet. Estos usuarios necesitan estar ocho o más horas conectados a la web, expone Contreras.

Los internautas deben ser conscientes de que las redes sociales son canales de apoyo en la comunicación y que no todas las actividades se deben hacer en esos espacios, dice.

Hay que considerar la existencia de un estímulo de parte de las empresas telefónicas para que este tipo de comunicación se propicie. Para tener dependencia solo se necesita tiempo de aire ilimitado y un smartphone, expone el antropólogo Alfonso Porres.

Cuando a un adolescente o joven no lo escuchan en casa o en la escuela busca en las redes sociales a alguien que lo haga y emprende ese tipo de catarsis en la web para que reaccione ante lo que le pasa, aunque no lo conozca, explica Rivera.

Al evidenciar los estados anímicos en las redes sociales se demuestra que los guatemaltecos tenemos un grave problema de autoestima y buscamos estos espacios para ser aceptados socialmente y participamos en una falsa competición para ver quién tiene más “me gusta”, asegura.

Ser excluido de las redes sociales es un riesgo como en la vida real.

Aunque el medio digital lo expone al escrutinio de millones de personas, el estar a solas con una computadora le da una falsa sensación de privacidad al usuario y le permite vencer mejor las inhibiciones. De esa cuenta, tantas personas se atreven a revelar intimidades en la web y luego se arrepienten, dice la psicóloga Neicy Bailey.

De hecho algunas personas pueden ser muy tímidas a nivel personal y proyectarse muy extrovertidas por internet, expresa.

Bueno, con medida

Las exigencias laborales y escolares de la vida moderna impiden que los integrantes de la familia estén juntos todo el día y los medios de comunicación digital les permiten comunicarse, por cualquier emergencia, necesidad o deseos. De esa manera, los recursos tecnológicos son positivos, expone el sociólogo y antropólogo Danilo Palma. Pero en muchos casos ocurre al contrario: ver televisión, chatear, hablar por teléfono o entretenerse con juegos electrónicos ocupan el tiempo que convendría usar para la vida conyugal, para la crianza y educación de los hijos o para la convivencia fraternal, afirma Palma.

Esta despersonalización de las relaciones en la vida familiar se ha convertido en lo normal, al grado que sus integrantes no la notan ni la extrañan, manifiesta.

Depende de la familia pasar tiempo libre juntos. Queda en los padres elegir el tiempo de calidad de convivencia con los hijos para que se sientan cómodos: el dilema es darles un celular para que no molesten o realizar actividades lúdicas en familia, refiere Porres.

“Todas las tecnologías que han revolucionado se han satanizado. Ocurrió con la imprenta, que fue la primera herramienta de comunicación y que trajo cambios sociales”, recuerda. “La sociedad es un ente dinámico y las redes solo son una forma de comunicación y relacionamiento social. Aunque no estemos de acuerdo con ellas, se van a seguir desarrollando y evolucionando”, expone.

La fórmula mágica para todo en la vida es el equilibrio: la tecnología es una herramienta más que puede facilitar mucho la vida, pero no puede sustituir la la interacción humana, asegura Bailey.

Prevención -Identificar dependencia-

El padre debe establecer vínculos de confianza con su hijo y demostrarle con el ejemplo el uso adecuado de las redes sociales y crear acuerdos, expone la psicóloga María José Gálvez.

Algunas señales de alerta tanto en adolescentes como en adultos son el aislamiento, la interacción exclusiva en las redes sociales o la compulsión constante de revisar o actualizar sus perfiles siendo difícil resistirse a ese comportamiento. Si otras áreas de la vida empiezan a verse afectadas es el momento de evaluar si es adecuado su uso.

Conviene proporcionarles espacios de socialización a niños y jóvenes, como clubes deportivos, asociaciones benéficas o actividades artísticas, para que interactúen en forma presencial, dice la psicóloga Neicy Bailey.

Comportamiento -Relaciones cambiantes-

La diferencia de la convivencia cotidiana es que en el pasado la persona se reunía con un amigo a tomarse una cerveza, ahora le manda un ícono de un tarro de cerveza. Si antes salían al cine, ahora le envía un hipervínculo de una película, explica el sociólogo Otto Rivera.  

“Estamos modificando de manera relevante los mecanismos de los grupos sociales de carne y  hueso. Somos seres humanos cambiantes, con defectos y virtudes, pero  que la tecnología  no cambie  la  dinámica humana”, dice Rivera.

 “Esta debe estar al servicio de la humanidad y no la humanidad dependiendo de la tecnología”, expone. “Cuando se cae la conectividad de internet nos sentimos marginados. Hay que recordar que  hace 20 años no lo necesitábamos”, explica.

Tendencias -Nueva red comunicativa-

En ciertos aspectos las redes sociales no sustituyen cosas pasadas, sino  permiten su realización a través de nuevos medios, refiere el sociólogo y antropólogo Danilo Palma.

La tendencia a la comunicación, al rumor, a la divulgación es considerada innata en el ser humano, pero las nuevas redes digitales permiten movilizaciones masivas de información y comunicación personal y aun íntima, a una escala que ni el teléfono ni los radiotransmisores podrían  llevar a cabo.

El Estado, el sector privado y  los medios de comunicación social, entre otros, deberían propiciar diálogos y consensos que permitan concretar programas y proyectos informativos y educativos en rescate  de la calidad humana y altamente personalizada dentro de  la familia y entre familias.

Sustitutos

La psicóloga Neicy Bailey expone cómo ha evolucionado la interacción social:

En el  pasado, el uso del teléfono fijo brindaba ciertas ventajas como en las redes  sociales, pero  el contacto con la voz de los interlocutores daba la pauta de cómo se relacionaban afectivamente las personas.

Las visitas  a los amigos y amigas para compartir anécdotas y reírse un rato se ha sustituido por mensajes en Twitter y Whatsapp. Es muy cómodo, pero restringe el contacto humano.

En las  relaciones de pareja, muchas veces las rupturas devienen de un comentario que fue mal interpretado o mal escrito por hacerlo en forma impulsiva.

Esto obstaculiza  que las parejas resuelvan el conflicto como lo hacían antes, en las famosas visitas de los novios o en las citas.

Cifras

Alcance virtual 4 millones de guatemal- tecos tienen perfil en redes sociales.

54 por ciento de  usuarios consultan  internet varias veces al día.

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