Mañana se cumplen 50 años de un acontecimiento que marcó la vida del continente latinoamericano: la derrota del dictador cubano Fulgencio Batista por las fuerzas guerrilleras comandadas por Fidel Castro, que ingresaron victoriosas en La Habana para instalarse en la ciudad y el país, y dar origen así al gobierno más largo y controversial de la convulsa historia latinoamericana.

El triunfo de los revolucionarios fue visto con simpatía en numerosos países. Pero ésta disminuyó hasta desaparecer cuando el triunfo castrista significó un baño de sangre, se afianzó el irrespeto a los derechos políticos y ello demostró que el nuevo régimen era muy parecido, y en muchos casos peor, a la dictadura que había sustituido.

En el ambiente de la Guerra Fría de entonces no era posible hacer el análisis del fenómeno de la Revolución Cubana y de sus principales figuras de manera balanceada. Pronto, al inclinarse Castro hacia la Unión Soviética, quedó claro que la isla cercana a Estados Unidos tendría un gobierno no democrático para mucho tiempo. Pero nadie pensó que medio siglo después Fidel Castro seguiría vivo y activo.

El gobierno revolucionario cubano sobrevivió a 10 presidentes estadounidenses, a la caída de la Unión Soviética y al fin de la Guerra Fría. Fidel Castro participó de manera activa, desde ser el motivo de la peor crisis entre las dos superpotencias, en 1962, hasta los movimientos revolucionarios marxistas del continente y de África, y en Latinoamérica hizo lo mismo en varios países.

Como todo acontecimiento histórico, la Revolución Cubana puede ser analizada desde numerosos puntos de vista. El más importante de ellos es el de la situación política actual de aquella isla, lo que necesariamente implica una comparación con el mundo de este primer decenio del siglo actual y con la manera como existía en la Cuba precastrista.

En ese aspecto, Cuba no ha tenido avance alguno. No hay prensa independiente, no hay partidos políticos de oposición, no se puede criticar al Gobierno, cientos de prisioneros políticos y de conciencia se consumen en las cárceles, no hay libertad económica, pese a algunos tímidos avances a partir del derrumbe del socialismo, hace ya casi 20 años. Fidel Castro cedió el trono a su hermano Raúl desde que su enfermedad lo obligó a un retiro casi total, en una dinastía que no existe en otro lugar del continente americano.

Para países como Guatemala, el gobierno castrista fue factor clarísimo en el prolongado y sangriento conflicto armado interno, como producto de una mezcla del mundo bipolar y al mismo tiempo de los afanes de expansión revolucionaria del régimen cubano. El mundo es otro, y la Revolución de Cuba tiene en la historia el lugar del último movimiento de su tipo que se pueda realizar en América Latina. Si se tiene que reducir a una frase el pensamiento sobre la maquinaria política de la Isla, solo se puede decir que no cambió en nada con las anteriores, y que el sufrimiento para los cubanos empeoró a como estaba hoy hace 50 años.

Frases del día

“Si uno quisiera hacer un balance de los momentos democráticos que ha habido, se da cuenta de que han sido muy cortos… en los que se ha gozado de libre juego de fuerzas políticas y un relativo respeto por las opiniones divergentes”.

VÍCTOR GÁLVEZ BORREL,Sociólogo y Politólogo
al referirse al Estado de Guatemala.