CRITERIO URBANO

Clima de negocios en el Triángulo Norte

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A escala mundial cada vez es más reconocida la importancia que tiene para cualquier economía que exista un ambiente que haga fácil poder abrir, operar y cerrar una empresa. Tanto ha sido el éxito de algunos países que los gobiernos se enfocan en mejorar el clima de negocios para que sea atractivo para la inversión y han logrado aumentar la capacidad económica de sus habitantes, generando así millones de empleos y oportunidades de desarrollo para la población, garantizando con ello la capacidad del Estado de proteger los derechos humanos.

En la medida en que un país tiene reglas que son claras y fáciles de cumplir, las personas pueden crear empresas capaces de generar valor para la sociedad. En los últimos años el Banco Mundial ha publicado el informe Haciendo Negocios —Doing Business—, para evaluar la capacidad de los gobiernos de mantener un ecosistema que haga que generar empresas en un país sea fácil, rápido y eficiente para todos los involucrados. En la medida en que las pequeñas y medianas empresas tienen reglas que son fáciles de cumplir, pueden generan empleos más productivos y enfocan sus energías en desarrollar escalas para competir a escala global.

Aquellos países donde hacer negocios es más fácil, entre los 190 evaluados, según la última publicación del Informe Doing Business que se dio a conocer la semana pasada, son: Nueva Zelanda, Singapur, Dinamarca, Hong Kong y Corea del Sur. En el caso de América Latina sobresalen México, 54 de 190 países; Chile, 56; Colombia, 65; Costa Rica, 67; y Perú, 68.

En el caso de los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica, El Salvador —está en la posición 85 de 190 países—, Guatemala, 98 y Honduras, 121. Si bien hay esfuerzos importantes para mejorar, todavía existen muchos cuellos de botella en diversas instituciones gubernamentales que hace que mantener una empresa sea algo complicado y tortuoso.

Dentro de la evaluación resalta, por ejemplo, que en los tres países existe poca protección y mínimas garantías para los inversionistas minoritarios, lo que deja claro la falta de buenas prácticas de gobierno corporativo dentro de los Códigos de Comercio de cada país. Además, existen demasiados trámites y procesos engorrosos para sacar una licencia de construcción y hacer cumplir un contrato, cuando existen disputas comerciales puede ser muy oneroso y tomar mucho tiempo —hasta 1402 días en Guatemala, 920 en Honduras y 816 en El Salvador—.

Esto demuestra que existe mucho conocimiento y probablemente los organismos responsables dentro del Ejecutivo de los tres países a través de sus Ministerios de Economía están trabajando en generar mejoras, pero en la práctica hay poca coordinación entre los diferentes poderes del Estado. En el caso de Guatemala, por ejemplo, sería interesante que el Organismo Judicial pueda establecer un cronograma de reformas necesarias para reducir el tiempo que toma resolver una disputa comercial, creando juzgados especializados en materia mercantil o generar junto con el Congreso una propuesta de reforma al Código Procesal, Civil y Mercantil.

Un mejor abordaje de la agenda para reducir la migración hacia los Estados Unidos por parte de los programas de cooperación, sería enfocarse en los cambios a la legislación y los procesos administrativos que se tienen que hacer para que abrir y operar una empresa sea más fácil. Esto no solo tendría un impacto positivo en la agenda de atracción de inversión, sino que sería una oportunidad para lograr cambios que incidan positivamente en lograr aumentar el número de empleos en los tres países.

@jczapata_s

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