COLABORACIÓN – Competitividad relegada y pendiente

VÍCTOR  M.  RUANO P.

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La economía de Guatemala no logra iniciar el proceso de recuperación de la crisis mundial, y aunque la tasa de crecimiento prevista para el año 2010 pudiera llegar a superar el promedio regional, esta es insuficiente para atender los rezagos de pobreza y marginación. Es cierto, una prudente pero timorata política económica implementada por las autoridades ha contribuido a mantener la estabilidad macroeconómica y mitigar parcialmente los efectos de la desaceleración económica. Dicha política económica, que incluye políticas monetarias y fiscales moderadamente contracíclicas, flexibilidad del tipo de cambio, la reprogramación del gasto hacia lo social y la postergación de la inversión en infraestructura y el fortalecimiento de la supervisión y regulación del sector financiero. En síntesis, el año 2009 termina con un sabor dulce amargo: pudo haber sido peor, pero no se hizo lo suficiente para que fuera mejor.Mucho pudo haberse hecho, pero la convicción de las autoridades de que solo y únicamente el tema fiscal tenía que tener prioridad en la agenda nacional postergó, relegó y eliminó de la agenda nacional el tema de la competitividad económica del país. Es tan evidente esta situación que más allá de la legislación pro competitividad de Guatemala no aprobada o sacada del pleno del Congreso o no incluida, a pesar de contar con dictamen favorable, o no cumplida por las autoridades, destaca la muerte lenta y anunciada de importantes programas gubernamentales como Invest in Guatemala y el Programa Nacional de Competitividad. De poco ha servido el cambio, no publicitado, de esta última. Según estimaciones del FMI, en Guatemala aún existe espacio amplio para mejorar la productividad, dado que si bien hasta mediados del 2008 se avanzó, este ha sido menor al registrado en economías como la República Popular de China y Chile. En efecto, tal como lo muestra el Índice de Competitividad Global, aún existen espacios para continuar mejorando, ya que Guatemala ocupó la posición 80, mientras que Costa Rica se encuentra en la 55 y Chile ocupa la 30.Competitividad no riñe con cohesión social o gasto social, por el contrario, es una condición básica y fundamental para hacer el gasto social sostenible. Solo si se retoma la Agenda de Competitividad Guatemala podrá recuperarse más rápido de lo que hoy se puede mencionar.Insistir solo en la agenda fiscal es un grave error que sufrirán todos, pero en particular los más pobres, porque no es gastando, sino invirtiendo con responsabilidad, como sale adelante un país.Presidente de la Comisión de Economía y Comercio Exterior del Congreso

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